Las previsiones de consumo caen debido a las malas perspectivas económicas

El consumidor madrileño está perdiendo la confianza en la bonanza económica, amenazada desde varios frentes que van de la subida del gasóleo a la debilidad del euro, y sólo las familias de renta más desahogada muestran una actitud netamente expansiva hacia el consumo, según se desprende del último informe realizado por la Cámara de Comercio de Madrid. El estudio recoge datos del pasado mes de noviembre, el primero desde mayo de 1996 en el que los consumidores se fiaron más del ritmo de sus economías familiares que de la evolución económica del país para realizar sus compras.

Compras navideñas

A pesar de la pérdida en más de 12 puntos del Índice de Confianza del Consumidor Madrileño (ICCM), que en noviembre de este año se sitúa por debajo del valor "normal" de 100, según indica el informe, los niveles de consumo doméstico madrileño se mantienen elevados, si bien hay una diferencia de 30 puntos si lo que se compara son los consumos según la renta de las familias madrileñas.El estudio de la Cámara de Comercio señala que sólo el 40% de las familias madrileñas de menor capacidad adquisitiva muestra una actitud netamente expansiva hacia el consumo. En las familias de capacidad adquisitiva alta, el porcentaje sube al 71%.

Territorialmente, la mejor predisposición al gasto la tienen las familias de la corona metropolitana, especialmente aquéllas que habitan en el cuadrante noroeste, pero también las de los municipios del sur y el este, que se sitúan al mismo nivel o incluso por encima del registrado en el centro y el norte de la capital.

El ánimo de los consumidores madrileños, continúa el informe, ha bajado por segunda vez en este año, situación que se explica por la coincidencia de los factores de carácter estacional -los típicos descensos prenavideños- sumados al deterioro del clima económico general -aumento del paro, bajada de la Bolsa, subidas de los carburantes y debilidad del euro-, cambios que se perciben como señales de alerta.

Según refleja el estudio, los madrileños no sólo no esperan ya mejoras sustanciales en la situación económica, sino que comienzan a dudar de su estabilización, lo que "podría repercutir a corto plazo sobre las decisiones futuras de consumo".

Estas tendencias se hacen patentes también en el hecho de que los madrileños han aparcado su decisión de comprar una vivienda. Se ha pasado del 4% de compradores en septiembre a un 2,5% en noviembre, un descenso sorprendente "en un sector que ha vivido en los últimos tiempos en la cómoda posición de venderlo todo, incluso sobre planos", y que indica la moderación en un sector hasta ahora imparable.

Sin embargo, la "bajada anímica" registrada en este análisis de consumo realizado por la Cámara de Comercio madrileña "no ha afectado todavía" a la compra efectiva de bienes duraderos, que alcanza en noviembre la segunda mejor posición de toda la serie histórica, tras la de julio pasado, que fue récord absoluto de compras. El informe registra aumentos en el consumo de automóviles (10%) y muebles (17%) y se mantiene el gasto en electrodomésticos. Noviembre de 2000 aparece como el mejor de los últimos cinco años en compras de automóviles y, al mismo tiempo, como el peor de los últimos tres en adquisición de vivienda.

En cuanto a las celebraciones navideñas de este año, el consumo previsto señala aumentos en alimentación, vestimenta, ocio y pagos aplazados con tarjeta, aunque, comparado con los gastos del año pasado, las previsiones "son ciertamente más sobrias, e incluso en varios capítulos (bebidas, restaurantes) más moderadas que las de hace dos años". El informe subraya que "cabe augurar unas navidades alegres [en cuanto a consumo], pero menos que las del año pasado, particularmente en el terreno de las relaciones sociales".Otro de los parámetros destacables es el referido a la capacidad de ahorro, cuya estimación para el bimestre diciembre-enero se estima en un descenso de más de cuarenta puntos en comparación con el anterior periodo estudiado.