El alto precio del petróleo amenaza con poner freno al mejor ejercicio económico de los últimos 10 años
Los llamamientos de los expertos a favor de la nueva economía no son un desprecio para la vieja. La vieja economía nunca había estado tan bien desde 1989, aunque la crisis del petróleo es un nubarrón en el horizonte que hace pensar que el año 2000 puede acabar convirtiéndose en la cima del actual ciclo de crecimiento, aunque no se espera ningún cataclismo. La debilidad del euro será otro de los principales riesgos.A juicio del comisario Pedro Solbes, "la situación económica en la Unión Europea es la mejor desde hace 10 años". "Aunque es probable que los altos precios del petróleo reduzcan algo el crecimiento, se espera que la actividad económica continúe a un ritmo sostenido de, aproximadamente, el 3% en los próximos años", asegura. "En este clima, la adopción de medidas debería centrarse en el logro de una recuperación duradera, continua y basada en el crecimiento interno. Esto es necesario para lograr un alto nivel de empleo a medio plazo, bajar la tasa de desempleo a niveles aceptables y, en general, para contribuir a un reequilibrio de los comportamientos desiguales de la demanda mundial", opina Solbes.
A pesar del endurecimiento de la política monetaria, opción elegida por el Banco Central Europeo para contrarrestar las tensiones inflacionistas importadas a través de los altos precios del crudo, los expertos sostienen que la expansión seguirá siendo relativamente vigorosa: "Las buenas perspectivas del empleo y el nivel elevado de la confianza se conjugan con un entorno exterior llevadero". Pero la debilidad del euro frente al dólar y los efectos de las reformas fiscales que van a aplicar algunos países europeos, como Alemania, el año que viene pueden empañar las perspectivas. El alza de los tipos, junto a un euro bajo mínimos, advierte Solbes, podría convertir a las exportaciones en el componente más dinámico de la demanda y crear un desequilibrio en el crecimiento que nadie desea.
El impacto del crudo será, no obstante, más moderado que en otras crisis, porque los precios reales son inferiores a los del segundo choque petrolero (1979-80) y la dependencia del crudo es menor.
Los expertos pronostican que, con un crecimiento sostenido del empleo en torno al 1,25% en los dos próximos años, se crearán cuatro millones de puestos de trabajo, sobre todo en el sector servicios.
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