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Bruselas calcula que Europa lleva cinco años de retraso frente a EE UU en la 'nueva economía'

Pese a los crecientes esfuerzos, la nueva economía de la Unión Europea está a cinco años vista de la de Estados Unidos. Según los datos divulgados ayer por la Comisión Europea, las fuerzas motrices de la nueva economía de la UE se han comportado en la segunda mitad de los años noventa como lo habían hecho en EE UU en la primera mitad del decenio. Aunque la producción de bienes tecnológicos está aumentando, en 1999 aún fue un 60% inferior a la de EE UU en términos de gasto por habitante. España es, junto a Irlanda, el país europeo que menos gastará este año en porcentaje del PIB.

Mejora de la situación

Estos datos figuran en el capítulo destinado a evaluar el impacto de la nueva economía en la Unión Europea incluido en el estudio La situación de la economía de la UE en el año 2000, publicado por la dirección general de Asuntos Económicos y Financieros, dependiente del comisario Pedro Solbes.La Comisión entiende que el debate sobre la nueva economía se debe centrar en el desarrollo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC). "Su uso creciente en el ciclo productivo permite disminuir los costes de producción y de transacción y genera ganancias de productividad", subrayan los técnicos de la Comisión, que ven tanto en el crecimiento del sector de las TIC como en su difusión cada vez más amplia en la economía una de las explicaciones del formidable crecimiento americano durante los años noventa.

Progreso técnico

"De hecho", constata el informe, "los índices sugieren que las TIC podrían representar hasta tres cuartas partes de las tasas de crecimiento de la productividad registradas en Estados Unidos en la segunda mitad de los años noventa".Los datos reflejan una mejora de la situación en Europa, hasta alcanzar unos gastos en tecnologías de la información y de las comunicaciones equivalentes a algo más del 7% del PIB en 1999, apenas un punto por debajo del 8% de Estados Unidos en ese mismo año. Pero en términos de gasto por habitante, éste es todavía un 60% inferior en la UE que en Estados Unidos, aunque el retraso es menor en las tecnologías de la comunicación que en las tecnologías de la información.

Las perspectivas de España en ese gasto no son las mejores. Aunque la tasa de crecimiento del valor añadido de las TIC respecto al PIB creció en España entre 1995 y 1999 a una tasa del 12,6%, comparable a la registrada en Estados Unidos (12,9%), el gasto en estas tecnologías en el año 2000 está aún en la cola de Europa: apenas algo más del 5%, el peor dato junto a Irlanda. No obstante, el sector informático, muy ligado a la nueva economía, creció en el tercer trimestre del año un 17,9% con respecto al mismo periodo de 1999, según datos de Sedisi, la asociación española de empresas de tecnologías de la información.

Tan sólo Suecia (10%) y el Reino Unido (por encima del 8%) tendrán un gasto relativo en tecnologías de la información y las comunicaciones en el año 2000 superior al de Estados Unidos, según los datos del Crédit Suisse First Boston citados por la Comisión Europea.

La telefonía móvil es uno de los pocos sectores de tecnología punta en los que Europa lleva una considerable ventaja a Estados Unidos. Un dato estadístico significativo de esa fiebre son las concesiones de las licencias para la tercera generación de teléfonos móviles (UMTS), que han representado para las empresas compradoras un gasto equivalente al 1,5% del PIB europeo, según los datos manejados por la Comisión. Los datos son particularmente llamativos en Alemania (50.800 millones de euros, 8,45 billones de pesetas), el Reino Unido (22.500 millones de euros, 3,74 billones de pesetas), Francia (16.000 millones de euros, 2,66 billones de euros) e Italia (13.800 millones de euros, unos 2,29 billones de pesetas).

La Comisión reconoce que, "según los métodos macroeconómicos tradicionales, pocos elementos permiten confirmar que las TIC suponen una fuente importante de crecimiento de la producción y la productividad en la Unión". Pero añade que "algunos indicadores hacen pensar que las fuerzas motrices del crecimiento de la productividad identificados en la economía americana también son activos en la Unión Europea". Según esos indicios, "el progreso técnico en las TIC y la acumulación de capital (excluidos los programas informáticos) han aportado entre 0,5 y 0,7 puntos del crecimiento de la producción en la segunda mitad de los años noventa"."Ese valor es similar a las estimaciones para Estados Unidos a lo largo de la primera mitad de ese decenio y es coherente con la diferencia de gasto en TIC por habitante entre la Unión Europea y Estados Unidos", añade el informe.

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