_
_
_
_

Los realizadores europeos proponen una directiva que incluye la diversidad cultural

El V Forum de Estrasburgo define la "obra cinematográfica europea"

La FERA (Federación Europea de Realizadores Audiovisuales), presidida por Manuel Gutiérrez Aragón, ha propuesto una directiva a la Comisión Europea que incluye una serie de consideraciones sobre la "diversidad cultural" y el carácter de "alto contenido creativo y original" que tienen unas obras que otros quieren tratar como meros "productos" para convertir toda la discusión en un debate sobre la libertad de comercio.

La quinta edición del Forum del cine europeo, que se celebra anualmente en la ciudad francesa de Estrasburgo, habrá servido para dotar de una identidad administrativa a las imágenes de la UE. Puede parecer poca cosa, una operación de psicoanálisis burocrático, pero no es así. Definir qué es una "obra cinematográfica europea" significa acabar con la confusión que permite, por ejemplo, que cintas como Instinto básico puedan estrenarse entre nosotros como continentales por el mero hecho de tener un director holandés.Tras el preámbulo, en la directiva propuesta por la FERA, se pasa a fijar las exigencias, que consisten en reclamar que la condición de "obra cinematográfica europea" quede reservada a aquellas películas que reúnan 15 puntos sobre un máximo posible de 19. Esos puntos se consiguen teniendo en cuenta la nacionalidad comunitaria o el domicilio fiscal -también comunitario- del realizador, guionista y músico en el apartado creativo, de los tres principales actores en lo que a interpretación se refiere, y del decorador, figurinista, director de fotografía y técnico de sonido en la casilla correspondiente a "prestaciones", casilla que también incluye el lugar de rodaje y otros servicios técnicos. Los oficios de director y de actor protagonista son los únicos que merecen tres puntos, el guionista, músico y el segundo intérprete son acreedores de dos puntos y el resto se queda con un punto.

La directiva abre también la puerta a la creación de un "depósito legal" comunitario, establece que el cine de la UE debe beneficiarse, "en su distribución y difusión, de un trato cuando menos equivalente al que reciben las producciones nacionales", una manera de reclamar una "discriminación positiva", y propone asimismo que "los organismos de radiodifusión televisual" tengan que invertir un mínimo de un 3% de su cifra de negocios en producción cinematográfica, con una parte reservada a las coproducciones con países de la UE.

La directiva de la FERA llega para poner orden en un mercado europeo cada día más colonizado por las imágenes estadounidenses. Si la UE produce 635 largometrajes anuales frente a los 442 de EE UU y cuenta con un público potencial de 375 millones de espectadores frente a los 272 del otro lado del Atlántico, eso se traduce luego en que el 70,4% de las entradas vendidas en Europa son para ver una producción americana mientras que en EE UU sólo un 1% de las entradas corresponde a producciones de la UE. El resultado es que el déficit de la balanza comercial entre la UE y EE UU es, sólo referido a programas audiovisuales, de 6.600 millones de dólares (1,3 billones de pesetas, aproximadamente).

El sector audiovisual y sus derivados contemporáneos ligados a las nuevas tecnologías informáticas es hoy el que mayor saldo positivo aporta al comercio estadounidense. No es extraño que Jack Valenti, presidente de la MPA, organismo que defiende los intereses de las principales compañías cinematográficas americanas, haya acompañado, desde los tiempos de Lyndon B. Johnson, al presidente de EE UU en sus viajes al extranjero, ni tampoco que se dé por hecho que, si Gore sale victorioso de su vodevil electoral, sea Bill Clinton el que herede el puesto de Valenti.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_