El Consell dejó en prenda a los bancos acreedores todas las acciones de la Ciudad de las Ciencias
Los títulos de la empresa pública quedan como garantía de créditos a 22 años vista
El Consell de la Generalitat, que ostenta la titularidad al 100% del capital social de la empresa pública Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA), acordó el 15 de diciembre del año pasado dejar en prenda la totalidad de las accciones de la sociedad a los bancos acreedores. La pignoración de los títulos se realizó como garantía de un paquete de créditos solicitado a varias entidades financieras por importe de 345 millones de euros (57.403 millones de pesetas) con plazos de devolución que oscilan de los cinco a los 22 años, según se señala en la memoria de la propia sociedad correspondiente a 1999.
Desequilibrio multimillonario
El paquete de créditos solicitado, cuya formalización tuvo un coste de 969,7 millones de pesetas que se prevé distribuir en varios ejercicios, forma parte de un sofisticado ejercicio de ingeniería financiera para afrontar los costes de un proyecto que ha desbordado la capacidad inversora de la Generalitat.Previamente a la formalización de la citada operación crediticia, que obligó al Consell a dejar toda clase de garantías a los bancos acreedores, el Gobierno valenciano constituido en junta general de accionistas de la empresa Ciudad de las Artes y las Ciencias (CAC) decidió el 5 de octubre de 1999 incrementar el capital social de 1.450 a 5.008 millones de pesetas. Un aumento del capital social acordado "con el objetivo de mantener el equilibrio patrimonial de la sociedad" y afrontar en mejores condiciones una deuda a largo plazo cifrada en casi 60.000 millones de pesetas para este año.
El 18 de octubre de 1999, la Generalitat, CAC, el conjunto de acreedores y la entidad aseguradora MBIA "formalizan el contrato de garantías, el cual incluye varios compromisos", según relata el informe de gestión de CACSA correspondiente al ejercicio de 1999 depositado en el registro mercantil. La memoria, elaborada por Gesem Auditores, no enuncia todas las garantías pactadas con anterioridad a la formalización de los créditos. Sin embargo, señala: "También fruto de estos compromisos se comienza a trabajar en la constitución por parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, SA de sociedades para la explotación de los diferentes elementos del proyecto".
La necesidad de buscar financiación se explica en parte por "la envergadura y complejidad de las distintas actuaciones que se están acometiendo, que han provocado ampliaciones y mejoras sobre los proyectos iniciales de adjudicación, los cuales se van a formalizar en modificados y complementarios que se encuentran en fase de elaboración", según se relata en el informe de auditoría elaborado por Gesem para los accionistas de CAC, es decir, el Consell.
Según el informe de los auditores: "Esta circunstancia determina, por una parte, que el importe certificado por las empresas contratistas al cierre del ejercicio [de 1999] presente desviaciones al alza respecto al presupuesto original de los distintos proyectos y, por otra, que no sea posible cuantificar el coste final de las inversiones".
Los auditores de las cuentas, aprobadas por la junta de accionistas de CACSA y depositadas en el registro, relatan también la existencia de un convenio de colaboración de la empresa pública Ciudad de las Artes y las Ciencias con la Generalitat firmado el 30 de marzo de 1999 y que se considera un "adecuado apoyo" para cubrir el desequilibrio financiero de la empresa pública que a finales del año pasado ascendía a 12.486 millones de pesetas.La auditoría de las cuentas de la empresa de la Generalitat realizada por Gesem también revela el gran desfase existente entre las previsiones presupuestarias y la realidad. Así, si los presupuestos de la Generalitat de 1999 previeron unos ingresos por ventas y prestaciones de servicios de 3.156 millones de pesetas, la memoria abreviada del ejercicio indica que por ventas sólo se recaudaron 308 millones de pesetas, una cifra muy alejada de la estimación prevista. Como otros ingresos de gestión se resalta que la mayoría fueron generados por el asesoramiento de CAC a otra empresa de la Generalitat, Proyecto Castellón Cultural, SA.
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