Un estudio revela que la salud de las españolas de rentas bajas empeora

Las diferencias en el estado de salud según el nivel de renta se agravan en España, particularmente entre las mujeres, según un estudio que presentó ayer la prestigiosa Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS). Los hábitos de vida de las mujeres más pobres se han venido haciendo cada vez más insanos a lo largo de los últimos 20 años, lo que permite predecir a estos expertos que ese grupo de población sufrirá en los próximos años un gran incremento de casos de infarto, diabetes, bronquitis y cáncer de pulmón.

Deterioro

Según explica Carlos Álvarez-Dardet, profesor de Salud Pública en la Universidad de Alicante y uno de los coordinadores del estudio, la frecuencia de conductas preventivas -abandonar el tabaco, moderar el consumo de alcohol, mantener el peso, hacer ejercicio- es, a grandes rasgos, la mitad en las mujeres de rentas bajas que en la media de la población. Por ejemplo, el porcentaje de mujeres con exceso de peso es del 5% en los sectores acomodados y del 11% en los más desfavorecidos."Las mujeres de rentas bajas son el único grupo cuya salud ha empeorado en los últimos años", afirma Álvarez-Dardet. "Los hábitos perjudiciales para la salud han aumentado un 40% en los últimos 20 años en ese segmento de población, y la situación va empeorando".

Como la relación entre estas conductas y el deterioro de la salud está demostrado por encima de toda duda, los autores del informe están en condiciones de afirmar que las mujeres de rentas bajas experimentarán en los próximos años un grave incremento en el número de casos de enfermedades cardiovasculares, de hipertensión, de diabetes, de bronquitis crónica y de cáncer de pulmón, dolencias todas ellas asociadas al consumo de tabaco, al exceso de peso y otros hábitos poco saludables. "De hecho", señala Álvarez-Dardet, "ese agravamiento ya se ha empezado a apreciar, al menos en las enfermedades cardiovasculares".La sociedad científica cree imprescindible que el Gobierno aborde un plan de salud que incluya políticas de igualdad, y que las campañas sanitarias tengan a partir de ahora "una sensibilidad de clase y de género".

El presidente de la SESPAS, Rafael Manzanera i López, identifica varios problemas graves del Sistema Nacional de Salud español. De un lado, existen "importantísimas lagunas de información" sobre el funcionamiento del sistema. Ello convierte en necesaria, según él, la publicación de casos individuales que revelen las deficiencias del sistema.

Manzanera admite que el sistema público funciona bien en el tratamiento de las enfermedades agudas o crónicas, pero señala que hay una serie de situaciones patológicas, cada vez más importantes numéricamente, que "tienen un mal encaje en el sistema". Se refiere a los casos de adicción a las drogas, de seguimiento estable de los enfermos de sida y de atención a las necesidades de la población de mayor edad.

"Precisamente debido a las lagunas de información, no hay datos sistemáticos sobre el crecimiento de la desigualdad en España, pero hay síntomas claros de esa tendencia en el empeoramiento de la salud laboral, en los daños derivados del consumo de drogas entre los jóvenes y en los repetidos casos de violencia doméstica", dice Manzanera. "Tenemos que aprender a medir todos esos factores".