Marruecos quiere reducir de 400 a 100 los barcos españoles en sus caladeros
La negociación del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos está lanzada. La primera propuesta del Gobierno marroquí está sobre la mesa y, en lo que afecta a España, consiste en reducir de 400 a 100 los barcos que pueden faenar en sus caladeros. La primera ronda de negociaciones concretas concluyó ayer con el acuerdo de continuar las reuniones una vez a la semana alternativamente en Rabat y Bruselas.
El próximo encuentro técnico se celebrará el 8 de noviembre en la capital marroquí para "seguir intercambiando posiciones", según un comunicado de prensa. La reunión técnica de ayer en Bruselas duró apenas dos horas. La delegación marroquí presentó el lunes por primera vez su posición sobre las perspectivas de la futura cooperación en materia pesquera con la UE, la forma más sencilla que han encontrado las dos partes para evitar hablar de negociaciones de un futuro acuerdo pesquero. También hay un acuerdo para "seguir intercambiando posiciones sobre los diferentes aspectos" que integrarán esta cooperación, cada semana hasta llegar a un compromiso favorable para las dos partes.Pero los negociadores marroquíes pusieron sobre la mesa de negociación el pasado lunes una nueva fórmula de convenio pesquero, con propuestas muy restrictivas, para que la flota comunitaria vuelva a faenar en sus caladeros después de once meses de amarre forzoso a puerto. Según informaron fuentes del sector pesquero español a Servimedia, la pretensión del Gobierno de Rabat supone rebajar de 400 a unos 100 los barcos españoles que podrían seguir faenando en sus aguas, dada la "drástica" rebaja en las capturas que baraja. Para la flota de cefalópodos y mariscos, la reducción de capturas supone un 90% respecto a las que se veían pescando en 1999, mientras que para el resto reclama un recorte del volumen de pesca del 60%, que afectaría principalmente a las artes pelágicas y artesanal y también a los barcos que capturan algunos túnidos.
Las informaciones de pasillo que surgieron en Bruselas tras la primera reunión indican que el Gobierno marroquí quiere reducir el periodo de vigencia de los acuerdos que concluya con la UE. El último fue de cuatro años.
La parte marroquí insiste en las dificultades que atraviesan los recursos de cefalópodos y crustáceos. El mal estado de los caladeros para estas especies ha sido el argumento principal que ha utilizado hasta ahora Rabat para oponerse a la renovación del acuerdo pesquero firmado en 1995 y que expiró hace once meses. La propuesta marroquí pretende reducir drásticamente, casi en su totalidad, las capturas que podrá realizar la flota cefalopodera y marisquera española.
Otro punto que afecta al sector pesquero andaluz y canario es la reducción de la presencia en las aguas marroquíes de la flota artesanal dedicada a especies pelágicas, con lo que Marruecos se sigue manteniendo en sus viejas reivindicaciones. Además, plantean a la UE que la totalidad de las capturas que la flota pesquera comunitaria realice en sus aguas sean desembarcadas en los puertos marroquíes para su posterior comercialización y que una parte sustancial del personal a bordo sea marroquí.
La Comisión Europea evitó pronunciarse sobre las propuestas planteadas por la delegación de Marruecos y se limitó a decir que durante la reunión se habían limitado "a abordar las grandes líneas de una cooperación mutua equilibrada", según un portavoz. "Es una propuesta muy completa y tenemos que estudiarla con detalle para preparar la reunión del miércoles", añadió. El comisario europeo de Pesca, Franz Fischler, ya adelantó la semana pasada que la UE tendrá que aceptar una reducción en el número de buques que faenarán en las aguas marroquíes.
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