Dos universidades denuncian retrasos de 576 millones en proyectos de investigación
Las instituciones recurren a deudas y préstamos para evitar la paralización del trabajo científico
Los problemas burocráticos de la Administración española en la gestión de una parte de los proyectos de I+D que cuentan con financiación europea, en concreto de los fondos Feder, han provocado que al menos dos grandes instituciones de investigación sufran un retraso en el cobro de las ayudas, de modo especialmente acuciante en los últimos meses. Así, la Universidad Autónoma de Madrid está pendiente de recibir 195 millones de pesetas, y en la Universidad Autónoma de Barcelona la deuda asciende a 381 millones. Los retrasos suponen una grave tensión financiera para estas instituciones.
"Esto te descabala"
Los Feder son fondos europeos de desarrollo regional para las zonas desfavorecidas y cubren desde programas de carreteras o ferrocarriles hasta infraestructuras científicas o proyectos de investigación. Estos fondos se gestionan de forma que los proyectos, una vez aprobados, reciben un porcentaje de la financiación de la Comisión Europea y otra parte de las administraciones nacionales (el 50% como máximo). Las instituciones científicas españolas afectadas por el retraso del pago de estos fondos, ya sean universidades o centros de investigación, coinciden en destacar la complejidad de los Feder y la incertidumbre que vienen soportando sobre sus plazos de ingreso.
"Si queremos garantizar que los proyectos de investigación no sufran los retrasos a los que la Administración nos somete, no tenemos más remedio que adelantar el dinero a los investigadores; ellos nos lo agradecen pero esto nos causa graves problemas y unos costes financieros altísimos", explica Jordi Rojas, responsable de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). "La Universidad tiene una deuda permanente para poder soportar esto", continúa. En concreto, la dedeuda actual por fondos Feder en la UAB asciende a 381 millones de pesetas, de un total de 600 millones de proyectos y programas aprobados.
En la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la deuda en la partida de fondos Feder suma 195 millones de pesetas entre proyectos de investigación y programas de infraestructuras, informa el vicerrector Rodolfo Miranda. "En nuestro caso tenemos un margen para manejar esos atrasos, con ayuda de fundaciones, pero todo esto te descabala completamente la planificación financiera", dice.La situación que se ha dado en España con los fondos Feder de I+D es chocante: el retraso en el cobro no es del porcentaje correspondiente a España sino a la financiación europea. Pero de la evaluacion de proyectos y de su presentación ante las instancias europeas se ocupan las administraciones españolas, en este caso el Ministerio de Educación a través del Plan Nacional de Investigación, que ahora ha pasado al nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Lo que ha pasado con estos fondos Feder, según fuentes próximas al Ministerio de Educación, es que las solicitudes de proyectos para la convocatoria abierta de agosto de 1997 quedaron prácticamente paralizadas y no se resolvieron hasta 1999. En la memoria del Plan Nacional de 1997 figuran las siguientes cifras: para regiones de Objetivo 1 (las menos favorecidas), 24.885 millones de pesetas; para Objetivo 2, figuran 3.000 millones de pesetas, de los que Europa aporta el 50%. El problema de los retrasos del pago de fondos Feder está localizado, según la citadas fuentes, en esos 3.000 millones, de los cuales algo más de 1.000 millones corresponden a Cataluña y 1.200 millones a Madrid. Como las solicitudes para estos fondos se presentaron tarde en Bruselas, allí se resolvieron antes otras partidas de fondos estructurales que se habían gestionado más diligentemente, es decir, con anterioridad a las solicitudes del Ministero de Educación para I+D.
El Ministerio de Ciencia puntualiza que la convocatoria de fondos Feder de 1997 se cerró a mediados de 1999, y que fue el año pasado cuando se resolvió "el grueso de los proyectos, pese a que algo se resolvió en 1998", y en Objetivo 2, "todavía quedan algunas cosas pendienes".
Otro ejemplo de graves retrasos en el cobro es el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB, CSIC), en Madrid, que tiene media docena de proyectos financiados con fondos Feder que recibieron el 50% del dinero correspondiente a la Administración española, pero no el 50% europeo.
"Los retrasos este año van especialmente mal", afirma Germán Lerma, gerente del CIB. "Estamos anticipando dinero a los investigadores, pero esta situación no se puede soportar indefinidamente". ¿Cuánto dinero está pendiente de los fondos Feder en su centro? "Del orden de decenas de millones", dice Rojas.
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