La Fiscalía investigará la existencia de sustancias cancerígenas en Azpeitia Se detectaron en una empresa de reciclaje

La Fiscalía de Medio Ambiente de San Sebastián investigará la existencia de niveles elevados de cadmio, sustancia considerada como cancerígena, en un pabellón de Azpeitia que la empresa Oñeder pretende utilizar para reciclar polvo de acería. Un análisis del Instituto Nacional de Toxicología ha certificado la existencia de cadmio y plomo en niveles 48 y 818 veces, respectivamente, por encima de los límites permitidos.

Los resultados de los análisis químicos, y las denuncias presentadas por el colectivo Santa Cruz-Basarte en el Juzgado de Instrucción número 2 de Azpeitia contra los responsables de Oñeder, obrarán en poder del fiscal medioambiental por si en la planta recicladora ha podido producirse una actuación delictiva, con riesgo grave para la salud pública. Un afectado que habita muy cerca de la sede de esta empresa, en el polígono industrial Basarte, en el límite entre Azpeitia y Azkoitia, sostiene que las conclusiones del informe de Toxicología son "aplastantes". "En dos de las tres muestras analizadas sobre residuos liberados en el suelo se han encontrado valores que superan el máximo de riesgo tolerable para la salud humana y para el ecosistema", afirma.En concreto, una de las muestras sólidas contiene cadmio en una concentración de 491 miligramos por kilo, y la otra, 400 miligramos por kilo, cuando la Agencia Internacional de Lucha contra el Cáncer (IARC) establece que este metal resulta cancerígeno por encima del 0,01%. Los polvos recogidos para las analíticas también contenían cobre, cromo, níquel, zinc y, sobre todo, plomo, con parámetros muy superiores a la legalidad.

La polémica surgió a mediados de abril de 1999, al conocerse que la empresa Oñeder solicitó en el Ayuntamiento de Azpeitia una licencia de actividad para el depósito, almacenamiento y reciclaje de residuos industriales, lo que precipitó una movilización ciudadana que ha llegado hasta los tribunales. En la actualidad, esta firma carece de la licencia municipal.

Los propietarios de Oñeder, según hicieron constar en el proyecto para instalar esta planta para tratar residuos, garantizan que la actividad de reciclaje "no pone en peligro la salud humana ni utiliza métodos contra el medio ambiente". La inversión fue de 13,8 millones de pesetas. En ella estaba previsto recibir polvo de acería para eliminarle la toxicidad y fabricar después briquetas, un aglomerado de residuos inertes.

Sin embargo, los miembros de Santa Cruz-Basarte, alertados por los altos niveles de contaminación detectados en un vertedero de Azkoitia que también gestiona Oñeder, se han levantado contra el inicio de la actividad para "llegar hasta las últimas consecuencias", lo que les ha conducido a denunciar por la vía contencioso administrativa varias irregularidades en el expediente, y por la vía penal, la falta de permisos y el almacenamiento de residuos peligrosos, que podría constituir un presunto delito ecológico.

Los vecinos temen por la salud de los habitantes de la zona, principalmente agricultores y ganaderos, que se sirven del agua que trae una regata cercana al polígono industrial Basarte para abastecer a los caseríos para el consumo humano y el mantenimiento de sus explotaciones. "A consecuencia de la actividad de esta empresa se puede ver alterado el entorno de forma irreparable por sus efectos contaminantes", sostiene Antonio Garate, integrante de la plataforma ciudadana.

El temor de los vecinos aumenta al deducir éstos que "si la contaminación es tan evidente en una planta que no ha entrado en funcionamiento todavía, ¿qué no habrá en el vertedero que tiene la empresa Oñeder en Azkoitia?". Exigen la intervención del Gobierno vasco. Esta compañía gestiona también un vertedero para inertizar polvos de acería en la citada localidad, donde también se han encontrado numerosas filtraciones de residuos tóxicos.