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Encaje de bolillos para un pacto entre caballeros

Arafat y Barak no llegaron a verse a solas en ningún momento durante la cumbre de Sharm el Sheij

Ángeles Espinosa

Arafat y Barak no llegaron a verse a solas en ningún momento durante las casi treinta horas que duró la cumbre de Sharm el Sheij. Pero de las caras largas que exhibieron durante la comida del lunes, al apretón de manos que se dieron ayer al concluir el pacto, había un largo camino trabajosamente trazado por un pequeño ejército de asesores y colaboradores. En las pequeñas estancias del centro de conferencias palestinos e israelíes empezaron a sentar las bases para el reencuentro.Todos perdieron algo y todos ganaron algo. Israel aceptó dar los primeros pasos en el terreno de la seguridad (repliegue de tropas y desbloqueo de los territorios) y a cambio logró que se rebajara el tono internacional de la comisión investigadora que solicitaban los palestinos. Éstos renunciaron a la presencia explícita de la UE en ese comité, pero consiguieron que se suprimiera Washington como lugar de la primera cita. Con todo, la formación de un comité investigador, a pesar de quedar lejos de las expectativas palestinas, es un logro considerable por dos razones. Primero, porque implícitamente reconoce que Arafat tiene motivos para quejarse. Y segundo, porque incluye la participación de la ONU y de su secretario general, hasta ahora vetada por Israel.

Aunque no se especifica en la declaración, uno de los mediadores explicó a este diario que Annan y Clinton elegirán a los expertos que formarán parte del comité y se los propondrán a las partes. Una vez acordada la composición, el equipo deberá acabar su labor para el próximo marzo y entregar sus conclusiones al presidente de EE UU, quien las compartirá con Annan. Israelíes y palestinos dispondrán entonces de un mes para hacer alegaciones, antes de que la Casa Blanca las haga públicas.

Mecanismo enrevesado

Este enrevesado mecanismo debiera satisfacer a ambas partes. Arafat puede destacar el carácter internacional que reclamaba. Y Barak, subrayar las salvaguardas que para ellos supone la vigilancia de EE UU sobre el proceso. Fuentes europeas daban por seguro que la UE tendrá una presencia en ese comité. Sin embargo, la referencia a su participación ("el comité recabará la opinión de expertos recomendados por la UE") fue tachada en la redacción final.El texto que leyó Clinton, a una copia del cual tuvo acceso EL PAÍS, llevaba esas enmiendas de última hora realizadas de su puño y letra. Además del citado tachón, también se había suprimido la frase EE UU "invitará a los negociadores a Washington en el plazo de dos semanas". A mano, aparecía escrito: "Consultará con las partes en el plazo de dos semanas sobre cómo avanzar".

El folio escaso que ocupaba este pacto de caballeros coincidía substancialmente con el borrador preparado la noche anterior por los ministros de Exteriores. Sin embargo, hizo falta un breve descanso (de cuatro a nueve de la mañana) y una nueva ronda de entrevistas bilaterales de los líderes antes de que el gobernante israelí y el palestino dieran su aprobación.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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