El gasto en I+D en España sólo se ejecutó en 1999 en un 76%
Créditos militares
El dinero que se gasta España en investigación y desarrollo se refleja fundamentalmente en la llamada Función 54 de los Presupuestos Generales del Estado, dedicada a la investigación científica, técnica y aplicada. En 1999, año al que corresponden las convocatorias de proyectos de investigación que han sufrido mayores retrasos, este apartado tuvo un presupuesto de 460.000 millones de pesetas, de los cuales sólo se gastó el 76,7% de esa cantidad.Por programas, el de Investigación Científica obtuvo 59.082 millones de pesetas; el de Astronomía y Astrofísica, 1.362 millones, y el de Investigación Técnica, 21.641 millones, todos ellos gestionados por el Ministerio de Educación. El Programa de Investigación Sanitaria fue dotado con 15.507 millones, a cargo del Ministerio de Sanidad y Consumo, y otras áreas obtuvieron dotaciones menores, con excepción del Programa de Investigación y Estudios de las Fuerzas Armadas, gestionado por el Ministerio de Defensa, con 49.000 millones. La partida mayor, sin embargo, ascendió a casi 290.000 millones para el Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico, gestionado por el Ministerio de Industria y Energía.
En esta última partida se engloba el llamado capítulo VIII de la Función 54 (233.494 millones, un 50,8% del total), destinado en su mayor parte a la concesión de préstamos a empresas tanto públicas como privadas para el desarrollo de diversos proyectos militares de alcance internacional en cuya realización participa España, según explica la memoria del Plan Nacional de Investigación 2000-2003, que apenas ha echado a andar. La inclusión, ese año y el siguiente y en el proyecto de Presupuestos para 2001, de créditos para la construcción de material de defensa -tanques, fragatas y aviones- responde difícilmente al concepto de I+D y ha suscitado críticas por considerarse una operación de cosmética presupuestaria, ya que antes estas partidas se computaban como subvenciones y no sumaban como I+D. Mientras este capítulo acaparó ese año el 50,8% de la Función 54 (aunque no se ejecutó todo), los capítulos VI y VII, correspondientes a las convocatorias públicas de ayudas y subvenciones (los proyectos de investigación), sumaban 146.000 millones (el 31,7%).En el Plan Nacional de Investigación que se aprobó ese año, el cuarto desde la Ley de la Ciencia de 1986, para el periodo 2000-2003, se fijaron como áreas prioritarias, además de la investigación básica, la biomedicina, biotecnología, tecnologías de la información y las comunicaciones, materiales, procesos y productos químicos, diseño y producción industrial, recursos naturales, recursos y tecnologías alimentarias y socioeconomía.
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