La Guardia Civil evita una estafa de 800 millones en el sector vitícola

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Valencia informó ayer de la incautación de dos mil cartillas de viticultor falsificadas, y cerca de 22.000 en proceso de falsificación, bajo la denominación de origen "La Rioja". La acción policial ha evitado un fraude de casi 800 millones de pesetas, según explicaron. El material fue incautado a raíz del análisis de la documentación intervenida tras la detención de seis personas presuntamente implicadas en una red internacional dedicada al tráfico ilegal de vehículos.

La cartilla de viticultor es el documento expedido por el Consejo Regulador a cada uno de los 18.000 viticultores censados en el área de la Denominación de Origen Calificada de la Rioja y que acredita la condición de propietario de una superficie de viñedo, así como los rendimientos máximos autorizado por años.Las cartillas de viticultor fueron confiscadas el pasado 6 de octubre, cuando la policía detuvo a cuatro personas en Valencia y a dos en Zaragoza, presuntamente relacionadas con la citada red ilegal.

Entre la documentación intervenida los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Valencia encontraron 2.000 cartillas de viticultor falsas y cerca de 20.000 "en proceso de falsificación" con las que los estafadores pretendían vender más de 21 millones de kilos de uva bajo la denominación de origen de la Rioja con el consiguiente incremento del precio de la mercancía que esto supondría.

Al parecer, y según informaron ayer fuentes de la Dirección de la Guardia Civil, los estafadores pretendían presentar las cartillas en las bodegas encargadas de la comercialización de este producto. Una vez reconocida la denominación de origen, las bodegas habrían pagado "un alto precio por la uva presentada". Los agentes encargados de la investigación se pusieron en contacto con el Consejo Regulador de la denominación de Origen calificada "Rioja", que valoraron el presunto fraude en casi 800 millones de pesetas. A esta cantidad hay que añadir los varios miles de millones de pesetas que habría supuesto la falsificación de las restantes 22.000 cartillas incautadas. La falsificación se habría realizado a partir de la copia de una cartilla auténtica.

El Consejo de Denominación de Origen Calificada "Rioja" salió ayer al paso de las informaciones sobre los planes de este fraude vitícola y consideró "inviable" la estafa, ya que "dadas las deficiencias que presentaban, su detección por los servicios técnicos del Consejo Regulador habría sido fácil".

Durante la vendimia, los responsables del Consejo Regulador emplazan a más de 200 inspectores en todas las básculas de recepción de uva de las bodegas con la intención de " verificar la pesada del producto y los datos del titular". Esta situación, según el organismo riojano, "habría hecho imposible realizar un fraude significativo, ya que se hubiera detectado la duplicidad".

En cualquier caso, la Policía Judicial de la Guardia Civil también anunció ayer que las investigaciones continúan abiertas "para conseguir el total esclarecimiento de los hechos".