La reunión de Matas y el presidente de Aragón por el Plan Hidrológico agudiza sus diferencias

La entrevista para negociar el Plan Hidrológico entre el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, del PP, y el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, del PSOE, acabó en un auténtico fracaso. Jaume Matas, pidió un interlocutor "válido" aragonés para negociar el plan, ante la imposibilidad de hacerlo con su presidente. Tras algo menos de una hora de reunión en Madrid, el ministro dijo que Iglesias se limitó a entregarle una hoja con la petición de que retire el plan. El presidente aragonés exige que otro, diferente al del ministerio, se negocie con los partidos y las comunidades autónomas.

Con la multitudinaria manifestación de Zaragoza del pasado domingo como carta de presentación, el presidente de Aragón Marcelino Iglesias acudió crecido al encuentro con el ministro de Medio Ambiente. Era el primero que mantenían oficialmente para hablar del Plan Hidrológico, pero apenas sirvió para avanzar un paso. El ministro mostró un sentimiento de incomprensión ante el rechazo suscitado en Aragón por el trasvase de agua del Ebro a Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Almería previsto por el plan, pero dijo que "si nos hemos equivocado en algo estamos dispuestos a rectificar: no se puede dialogar con alguien que no está dispuesto a negociar".

Jaume Matas entiende que la manifestación de Zaragoza fue una llamada de atención a Madrid pero que eso no significa que no quieran negociar. "Si no puedo hacerlo con él, lo haré con su partido", dijo al referirse a un encuentro previo con el PSC /PSOE y la secretaria de Medio Ambiente socialista, Cristina Narbona, en la que éstos le pidieron una revisión profunda del anteproyecto, pero no su retirada.

El presidente aragonés, el socialista Marcelino Iglesias, reiteró su discurso de que el plan no sirve para reequilibrar las diferencias existentes entre las regiones del interior y la periferia.

Iglesias dijo que su rechazo al plan no implica cerrar las puertas a la negociación. El presidente regional recordó que el Gobierno tiene muchas obras de infraestructura hidráulica pendientes de ejecutar en Aragón, entre otras las contenidas en el Pacto del Agua que el Ejecutivo nacional ha asumido al aprobar su inclusión en el documento del plan hidrológico del Ebro en 1998.