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La energía eleva al 2,5% la inflación en Alemania, el peor dato desde 1994

Pilar Bonet

El aumento de los carburantes ha provocado una subida récord de los precios en Alemania en septiembre pasado, según los datos informados ayer por la Oficina Federal de Estadística. Con un 2,5% de tasa de inflación interanual, Alemania registró el mes pasado la mayor alza de precios en los últimos seis años, desde el aumento del 2,6% en diciembre de 1994. Por otra parte, ayer se conoció que la inflación en el Reino Unido aumentó un 0,7% en septiembre, elevando la tasa interanual al 3,3%.

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Presión del petróleo

La tasa de inflación interanual en agosto pasado fue del 1,8% y los analistas, basándose en la extrapolación de datos regionales como los de la gran región industrial de Renania del Norte-Westfalia, ya habían previsto una subida superior para septiembre. El incremento de los tipos de interés en la zona euro en un cuarto de punto (del 4,50% al 4,75%), decidida la semana pasada por el Banco Central Europeo (BCE) sale al paso de la tendencia inflacionista pero, el presidente del BCE, Wim Duisenberg, ha advertido que no cabe esperar un rápido descenso de la inflación y ha pronosticado que ésta podría ser incluso superior a la que los Once registraron en agosto (2,3%). A pesar de las muchas incertidumbres, los analistas del sector bancario alemán se aventuraban ayer a pronosticar que la curva de la inflación se reducirá en octubre. A ello les animaba el descenso de los precios de los combustibles en los últimos días. Por evaluar están las características climáticas del invierno y la eventual influencia de los acontecimientos políticos en Oriente Próximo que, en caso de agravarse, pudieran tener sobre el precio del crudo. El sector bancario alemán que inicialmente el barril se mantendrá en torno a los 30 dólares por unidad.

Al aumento global de la tasa de inflación contribuyó sobre todo el precio de los hidrocarburos, en especial el gasóleo de calefacción, que en un año se encareció en un 78,4%, del gas (19,9%) y del servicio de calefacción central (25,5%). Si se excluye el gasóleo de calefacción y los carburantes, el índice interanual de los precios hubiera sido del 1,2%, una cifra que hubiera estado perfectamente a tono con los criterios de estabilidad. Añadido a la presión de los hidrocarburos, el índice de los precios del consumo privado en Alemania aumentó un 0,5% en septiembre en relación al mes anterior, lo que supuso 0,1 puntos más de lo previsto inicialmente. Para consuelo del consumidor, los precios de los aceites y grasas comestibles se redujeron en un 0,4%, desde septiembre de 1999 a septiembre del 2000 y los productos lácteos y los huevos, en 1,1%, la fruta lo hizo en un 0,4%, y el café, el té y el cacao en un 1,0%.

Los precios de la electricidad en septiembre fueron un 6,6% inferiores a los de un año antes, lo que refleja la competencia de las compañías eléctricas alemanas tras la liberalización de los precios, que, conjuntamente con la política ecológica del Gobierno, está obligando a eliminar capacidades suplementarias en las centrales nucleares. La situación en el sector de los hidrocarburos se reflejaba también en los precios de los viajes organizados, que se abarataron un 5,6% con respecto a agosto (5,6%), pero se encarecieron un 5,5% frente a los de septiembre de 1999.

Ayer también se conoció que el índice de precios al consumo (IPC) en el Reino Unido se incrementó un 0,7% en septiembre respecto al mes anterior y situó la tasa interanual en el 3,3%, también debido al encarecimiento de la energía, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS). Estas cifras superan la previsiones de los analistas que pronosticaban una aceleración de la inflación de dos décimas en septiembre respecto a agosto y establecían la tasa interanual en el 3,1%.

En España se conocerá el viernes el dato de septiembre. Los analistas esperan que la inflación interanaual se mantenga en torno al 3,6%, lo que suponedría una subida igual a la de septiembre del año pasado (0,2%), aunque los aumentos de Alemania y Reino Unido, abren paso al pesimismo.

Por otra parte, el Instituto Económico de Colonia (IW) ha corregido a la baja su pronóstico sobre el desarrollo de la economía alemana para 2001, que, según afirma, "no podrá mantener del todo su ritmo de crecimiento actual" y alcanzará un 2,9%. Para finales de este año, se prevé un aumento del producto interno bruto (PIB) del 3%. No obstante, el Gobierno mantiene su previsión de crecimiento del 3,2% para el próximo año.

La exportación de bienes y servicios, que aumentará en un 8,5%, será la base del crecimiento de la economía alemana en 2001, según el IW. La reforma fiscal, asegura el instituto, ha dado más confianza a los inversores, pero el consumo privado dificilmente superará el 2,3% de aumento de este año. El IW también prevé una reducción del paro en 300.000 personas, hasta una tasa del 8,4%.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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