Echenoz se adentra en el mundo del comercio del arte en 'Me voy'
La novela ganó el Premio Goncourt en 1999
Acometer una construcción literaria sobre las regiones polares y adentrarse en el mundo del comercio del arte fueron las dos premisas de las que partió Jean Echenoz (Orange, 1948) para escribir Me voy, novela que presentó ayer en Barcelona. Estas "dos preocupaciones, que no tienen nada que ver", le llevaron a escribir un libro que tiene mucho de "novela de acción" y que ha cosechado la unanimidad de público y crítica en Francia.
Me voy -que acaban de publicar Anagrama, en castellano, y Proa, en la que es la primera traducción de Jean Echenoz al catalán- obtuvo el prestigioso Premio Goncourt francés a principios de noviembre de 1999. Su autor ya era conocido y gozaba de "un nivel aceptable de ventas", aunque ayer explicó que el galardón las ha "multiplicado por diez".En la novela, que comienza y acaba con la frase que le da título, Echenoz se sirve de un galerista, Félix Ferrer, para retratar el mundo del comercio del arte en una trama no exenta de intriga y aventuras. Ferrer, un escultor frustrado con problemas de corazón, deja a su esposa y se dispone a abrir una nueva etapa en su vida que le llevará al Polo Norte siguiendo la pista de un cargamento de obras de arte inuit, guardado en un barco perdido años atrás entre el hielo. El boom de la compra y venta de arte contemporáneo que se vivió en los ochenta ha cesado y ahora lo que se lleva es lo étnico.
El autor aseguró que no quiso hacer una "caricatura" del mundo del arte, sino tratar del "lugar en que confluye la belleza y el dinero". En cuanto a Félix Ferrer, dijo: "No quería crear un prototipo, sino retratar a un profesional que siempre estuviera a punto de escaparse, siempre buscando, siempre al borde de un fracaso", contó el escritor. Para Echenoz, "los lugares son tan importantes como los personajes". El escenario helado nació así de la voluntad de realizar "un trabajo sobre un exotismo inverso, mínimo".
Para ello utilizó su habitual precisión descriptiva, algo que viene de su tendencia a la observación: "Soy muy sensible a los lugares, a los detalles en la vestimenta, a los elementos que pueden ser novelísticamente pertinentes", afirmó. A pesar de ello, y al contrario que en novelas anteriores, el escritor no viajó al Ártico para "tomar notas en directo": "Cuando trabajas con fotos y libros, es mucho más fácil construir una ficción".
Echenoz, que en libros anteriores ha homenajeado a los modelos de las novelas policiacas y de aventuras, contó que en Me voy ha querido "seguir jugando con los elementos de la novela de acción": "Me gusta que haya movilidad geográfica, que sean activas". Pero, a su juicio, tan importante como lo que se cuenta es cómo se cuenta: "Me gusta que la acción aparezca a partir de lo que se explica y de la escritura".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.