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La ampliación de la UE, en el centro de los actos de la unificación alemana

Pilar Bonet

El canciller federal alemán, Gerhard Schröder, y el presidente francés, Jacques Chirac, garantizaron ayer a los países candidatos a ingresar en la UE que los Quince estarán listos para abrirles sus puertas el 1 de enero de 2003. Ambos políticos quisieron aprovechar las festividades conmemorativas del 10º aniversario de la reunificación alemana para renovar el compromiso ya adquirido por la UE con los Estados del este y el sur de Europa.

El artífice de la reunificación, el ex canciller democristiano Helmut Kohl, prefirió quedarse en casa, al no haber sido incluido en la lista de oradores por su compañero de partido, Kurt Biedenkopf, el jefe de Gobierno de Sajonia y anfitrión de la ceremonia de Dresde. Ayer, sin embargo, los políticos alemanes renunciaron a seguir manteniendo el crispado debate sobre el protagonismo de la reunificación y homenajearon el papel de Kohl en aquel suceso histórico. Desde Biedenkopf, el antiguo rival del canciller, hasta el presidente federal de Alemania, Johannes Rau, todos elogiaron a Kohl sin reservas. Rau actuó ayer además como conciencia crítica del país, al expresar su preocupación por los ataques xenófobos y racistas que ocurren en Alemania. Dos sucesos registrados la víspera, el atentado contra una sinagoga en Düsseldorf y actos de vandalismo en el campo de concentración de Buchenwald, fueron las nubes negras que empañaron la solemnidad del día. Según Michel Friedman, el vicepresidente del Consejo Central Judío, los antisemitas y neonazis del Este y del Oeste se han unido con más celeridad que las dos partes del país.

Schröder y Chirac, que se enfrentan ambos a elecciones legislativas en el 2002, lanzaron mensajes idénticos a favor de la ampliación de la UE, pero con matices distintos. Schröder, que pronunció un discurso en el banquete, señaló que Alemania no ha olvidado el papel decisivo que tuvieron los países del Este de Europa en el camino que concluyó con la reunificación.

Chirac, que habló como invitado de honor en el acto solemne en la ópera de Dresde, quiso indicar que Francia, en tanto que país que ejerce actualmente la presidencia de la UE, está a la altura de la tarea histórica de la ampliación. Las palabras de ambos políticos sonaban cuando en los países de Europa del Este, y sobre todo en Polonia, aumentan las frustraciones por la demora de la ampliación y la desconfianza ante las proclamas de intenciones que se van alejando en el horizonte.

"El muro fue derribado en Berlín, pero si la población de Budapest, Varsovia y Praga no hubiera contribuido, con dificultad hubiéramos tenido la ocasión única de construir de nuevo una sociedad democrática en el conjunto de Alemania", manifestó Schröder. "Por eso", señaló, "no sólo festejamos la unidad alemana, sino también la perspectiva recién adquirida de toda una Europa unida", sentenció el canciller. "Tras la superación de la división alemana, queda superar la división de nuestro continente, queda el proceso de unión europea, que es la tarea central de la política exterior y de seguridad alemana", dijo.

"Desde aquí, en Dresde, quiero dirigirme en nombre de Francia y de la UE a los pueblos que desean unirse a nosotros. No tengan ninguna duda. No teman el porvenir. Conseguiremos la ampliación", dijo Chirac.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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