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España presenta en Berlín una selección de los 'abrazos' en la obra de Picasso

La muestra explora las relaciones humanas a través de 130 dibujos, pinturas y esculturas

El abrazo es uno de los temas clave de la obra de Pablo Picasso. Hasta ahora no se habían reunido en una gran muestra los dibujos, pinturas y esculturas que reflejan la importancia que el artista le daba al estudio de la relación física y psicológica entre los seres humanos, sobre todo entre hombre y mujer. El abrazo es tema y título de una muestra en Berlín, inaugurada ayer, con 130 obras seleccionadas por el hijo de Picasso, Claude, junto con Sylvie Vautier. Las obras se podrán ver hasta el 10 de diciembre en el Museo Neue Nationalgalerie. Esta tercera gran exposición dedicada al genial artista del siglo XX es la primera que España realiza con el apoyo financiero de Telefónica Móviles en Alemania.

Autobiografía

España dedica la muestra al décimo aniversario de la unión política de las dos Alemanias, que se celebra hoy. Esta fecha es un motivo más por el cual el tema del abrazo, el acercamiento entre las personas, se convierte en un asunto de reflexión para los berlinenses y para quienes visitan esta ciudad convertida en un símbolo de la superación de fronteras.El atractivo de la exposición "se debe a la sencillez de las imágenes de dos figuras que se unen". Así lo expresó ante la prensa Peter Raue, presidente de la Asociación de Amigos de la Galería Nacional, entidad colaboradora en la organización de la muestra. Raue subrayó que, para describir la exposición, bastaba con citar la palabra del coleccionista alemán especializado en el arte del siglo XX Heinz Berggruen, quien afirmó, al ver varias de sus obras preferidas reunidas en un solo lugar, que la muestra era "soberbia". Berggruen, que conoció personalmente a Picasso en París y cuya colección se puede ver en el Museo Berggruen en Berlín, prestó cuatro obras de su colección.

"El abrazo como tema ocupa un lugar muy importante en la obra de mi padre, pero nadie lo había estudiado", dijo ayer Claude Picasso en la presentación de la muestra. Las imágenes de abrazos cariñosos, eróticos, armónicos o tensos, incluso violentos, reflejan la sensibilidad con la que Picasso observaba al ser humano.

El artista se estudiaba a sí mismo y a su entorno más cercano como a ninguna otra persona. Dijo una vez que pintaba "como otros escriben su biografía". Muchas de las figuras de sus cuadros son las mujeres con las que compartió durante un tiempo su vida: Marie-Thérese, Dora, Françoise y Jaqueline; y también están sus hijos Paulo, Maya, Claude y Paloma. Claude señaló que "la confrontación de los cuerpos muestra el conjunto de las relaciones psicológicas". El cuerpo es visto por Picasso como un icono. En él concentraba todo tipo de emociones y pensamientos. Pero el espectador no se encuentra solamente ante un amplio panorama de la mente y afectividad humanas expresada por Picasso a través de las imágenes de la unión de dos cuerpos. Al observar estos abrazos el espectador también percibe la reflexión intelectual y artística de Picasso sobre el espacio, los volúmenes y la composición. El conjunto de las obras, expuestas en cinco salas, realizadas con distintas técnicas artísticas y en distintos estilos, muestra los cambios estilísticos y las constantes en la obra de Pablo Picasso.

Claude calificó el proceso de acercamiento de su padre al tema como "excusa [de su padre] para comprobar sus manos". Es decir, quería comprobar su capacidad de hacer visibles sus pensamientos y recuerdos, que abarcaban tanto alegrías como también los lados oscuros de la vida, las tragedias humanas o las guerras del siglo pasado.

Lo que Picasso dibujó y pintó durante sus primeros años en París eran alegres parejas que se besan y que hacen el amor.

Con el paso del tiempo, el joven artista fue descubriendo a aquellas personas que se encuentran al margen de la sociedad: a prostitutas y mendigos. Dibujó la tristeza y la melancolía, pero también la ternura.

Más adelante, en el periodo rosa, los abrazos se van llenando de impulsos violentos. Los dedos son alargados y huesudos, y los besos parecen mordeduras con dientes puntiagudos. El Guernica, pintado en 1937, expresa como ninguna otra obra el terrible dolor de una madre desesperada por la muerte de su criatura.

Los años cincuenta y sesenta son una época de felicidad. Las obras reflejan que Picasso es dueño de su vida. Vida y muerte aparecen como una unidad.

Pablo Picasso estudiaba la composición de dos cuerpos como un libro, según opinó su hijo Claude. Y afirmó que en la obra de su padre se podía ver que el abrazo "tiene que ver con cómo funcionan o no funcionan las relaciones".

Claude Picasso afirmó que la idea de reunir obras como La amistad, El beso o El abrazo bajo este lazo temático es una consecuencia natural porque "son obras que forman un conjunto que nunca existió como tal, pero que vivían como imágenes juntas en una sola mente".

La exposición El abrazo ha sido organizada por la Sociedad Estatal Hannover 2000 y cuenta con el patrocinio de Telefónica. Las obras proceden de prestigiosos museos y colecciones privadas repartidas por todo el mundo.

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