Unas 50.000 personas apoyan al euskera en el Kilometroak pese a la persistente lluvia

La lluvia no logró aguar del todo la fiesta. Unas 50.000 personas participaron ayer en Azpeitia en la fiesta anual de las ikastolas guipuzcoanas, el Kilometroak. El mal tiempo contribuyó a que la asistencia fuera muy inferior, en torno a la mitad, a anteriores convocatorias. Los organizadores del evento no pudieron ocultar su disgusto porque la persistente lluvia diera al traste con sus previsiones, pero destacaron que, pese a todo, habían logrado reunir a numeroso público.El consejero de Educación, Inaxio Oliveri, quien presidió el acto de apertura de la jornada, abogó por afianzar el sistema educativo vasco y consolidarlo en torno a "los valores humanos de la unidad, el respeto y el valor de la paz". Oliveri aprovechó la ocasión para recordar que, en sus orígenes, el Kilometroak se organizaba para "recaudar dinero para una ikastola concreta", mientras que ahora los participantes acuden para "impulsar el euskera, la ikastola y un sistema educativo propio de Euskadi".

Oliveri alabó el actual modelo de educación existente en el País Vasco y agradeció a los primeros impulsores de las escuelas vascas su trabajo para hacerlo realidad.En ese momento mencionó expresamente a uno de sus predecesores en el cargo, el socialista José Ramón Recalde, quien sobrevivió a un atentado de ETA el pasado 14 de septiembre después de recibir un disparo en la cara. Acudieron representantes de todos los partidos nacionalistas.

Durante todo el día, los participantes caminaron por el recorrido de 7,8 kilómetros. La ikastola organizadora, Ikasberri de Azpeitia, recibirá todo el dinero recaudado en la fiesta de este año. Hubo conciertos, exposiciones y un mercadillo, pero el grueso de las actividades previstas tuvieron que ser suspendidas ante la intensidad del aguacero.