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Hollywood adelanta sus producciones por el pánico a la huelga de actores y guionistas

Los profesionales exigen más dinero por la explotación de películas por cable, Internet o vídeo

Las palabras huelga y Hollywood rara vez se usan en una misma frase. Pero dentro de unos meses podrían compartir cartel, y no precisamente con motivo de algún estreno. Aunque la guerra no estallará hasta 2001, los dos bandos, escritores y actores por un lado y grandes estudios y televisiones por otro, ya se preparan para una costosa batalla, acelerando la producción de películas y series antes del anunciado paro. En juego está el reparto de los "derechos residuales", es decir, los beneficios millonarios de la difusión por cable, Internet y en el extranjero de los productos made in Hollywood.

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"Guiones inacabados"

"Éste no es el momento para comprar la casa más grande o el mejor coche", advirtió un comunicado del sindicato de escritores (Writers Guild of America, WGA) el pasado agosto. "Si tiene un contrato en la televisión, empiece a ahorrar. Si realiza una película, guarde cada centavo que le corresponda". En el otro frente, las tres principales cadenas norteamericanas, ABC, NBC y CBS, piensan rodar episodios suplementarios de las series de mayor audiencia, como Urgencias, para evitar encontrarse con una pantalla vacía, o, peor aún, llena de programas concurso, en el otoño de 2001.Faltan todavía nueve meses para que termine el acuerdo marco entre el WGA y los grandes estudios, pero Hollywood ya respira el enfrentamiento. Los 135.000 miembros del sindicato de actores (SGA, Screen Actors Guild) también amenazan con unirse a los escritores si no consiguen renegociar su contrato con la industria antes del 1 de julio de 2001.

En un negocio donde los proyectos se preparan con años de antelación, la posibilidad de una huelga a partir del mes de mayo ya ha sembrado el pánico. Los más veteranos se acuerdan con pavor del precedente de 1988, cuando los cinco meses de parón costaron 500 millones de dólares y una pérdida de audiencia del 9%, que las televisiones nunca consiguieron recuperar del todo.

En una ciudad que no se caracteriza especialmente por sus grandes momentos de solidaridad, el llamamiento a la huelga ha unido todos los escalafones de la profesión, desde la estrellas a los extras. John Wells, el presidente del WGA y productor ejecutivo de las series West Wing (que acaba de triunfar en los Grammys) y Urgencias, ha pedido a sus 11.000 afiliados que eviten colaborar con los estudios. "Me han pedido que haga más episodios, pero no quiero cooperar con esta táctica, que puede servir para mermar la unidad del sindicato y alargar la huelga", dijo Wells en un comunicado reciente.

Las reivindicaciones de actores y escritores son sencillas: más dinero. El cable, Internet y la insaciable sed de películas norteamericanas en el resto del mundo han disparado los beneficios de los grandes de la industria. Los creativos quieren aumentar el porcentaje de los llamados derechos residuales que cobran cada vez que se emite un producto en el que han participado. Según el WGA, las ventas de series made in USA han aumentado el 47% en los últimos cinco años, especialmente en Europa (en España se ve un 14% más programas estadounidenses que en 1995). Sólo en EE UU los dividendos del cable han pasado de 703 millones de dólares a 14.000 millones en los últimos 15 años.

Por ahora, las conversaciones preliminares no han tenido mucho éxito. Se espera que la ronda de negociaciones empiece en serio a finales de este año. "Sería una tragedia que no llegáramos a un acuerdo. Todavía padecemos las secuelas de la huelga de 1988", dijo Nancy Tellem, presidenta de CBS Entertainment, la semana pasada. No todo está perdido, el paro todavía se puede evitar, pero la huelga que desde hace cinco meses mantienen los actores de publicidad con los principales anunciantes del país por el mismo tipo de derechos, sin resultados, no sienta un precedente muy halagüeño.

La guerra en Hollywood podría tener otras consecuencias, sobre todo para los espectadores. En la actualidad los estudios son un hervidero. Compran más guiones de los que pueden producir y muchos han empezado a rodar largometrajes cuya producción no está del todo lista. Proyectos que tardarían meses en ser aprobados ya han obtenido luz verde. "Estamos haciendo las películas lo más rápido posible", decía al periódico USA Today el vicepresidente de Paramount, Rob Friedman.

Con o sin huelga, la cosecha cinematográfica de 2001 no se anuncia muy prometedora. La industria del cine ha puesto la máquina a pleno rendimiento para multiplicar la producción de películas antes de la posible huelga. Tanto es así que algunos empresarios han dado luz verde a guiones inacabados, según informó The New York Times en su edición de ayer. Uno de los productores más prolíficos de Hollywood, Scott Rudin, ha acelerado su ritmo de producción y programa hacer seis películas antes de la primavera, cuando llegará el parón. "Estamos trabajando [los productores de películas] con una fecha tope. Si piensas que vas a estar filmando en junio o julio es que tienes las facultades mentales disminuidas", declaró Rudian al citado periódico.La Asociación de Escritores de América, que representa a 11.000 escritores norteamericanos, ha programado el inicio de la huelga para el 1 de mayo de 2001, y la Asociación de Actores de Escena y la Federación Americana de Artistas de Radio y Televisión, para el 30 de junio.

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