Arturo Ripstein repite Concha de Oro
Carmen Maura gana el premio a la mejor actriz por su admirable interpretación en 'La comunidad'
El filme mexicano, coproducido con España, La perdición de los hombres, dirigido por Arturo Ripstein y escrito por Paz Alicia Garciadiego, fue galardonado anoche, en la ceremonia de clausura de esta edición del festival donostiarra, con el máximo premio que otorga este certamen, la Concha de Oro, que así va a parar por segunda vez a manos de este eminente cineasta mexicano. La película fue distinguida también con el Premio de la Crítica Internacional (Fipresci) y el que el jurado destinó al mejor guión. La perdición de los hombres es un largometraje procedente del alargamiento del mediometraje Dos deudos, realizado por Arturo Ripstein por iniciativa de un programa de Canal+ y que fue emitido hace unos meses por esta cadena.La Concha de Plata a la mejor actriz fue ganada por la española Carmen Maura, por su creación del personaje protagonista de La comunidad, dirigida por Álex de la Iglesia. El premio al mejor actor fue a parar a las manos de Gianfranco Brero, principal intérprete de la película peruana Tinta roja, dirigida por Francisco J. Lombardi. La Concha de Plata a la mejor dirección fue concedida al cineasta sueco de origen iraní Reza Parsa por su realización del filme Después de la tormenta.
La película francesa Las flores de Harrison, dirigida por Elie Chouraqui, que con La comunidad era aquí considerada como una de las películas con más posibilidades de triunfo, fue distinguida con un premio a la mejor fotografía, obra de Nicola Pecorino. Este premio es decisión discrecional del jurado, como también lo es el premio especial con que distinguió, entre los únicos signos sonoros de desaprobación a sus decisiones, al filme francés Paria, dirigido por el debutante Nicolas Klotz.
En la Zona Abierta
El jurado internacional que elaboró y dio a conocer esta lista de galardonados ayer, en una multitudinaria conferencia de prensa celebrada en el edificio Kursaal donostiarra, estuvo presidido por el director británico Stephen Frears y, además de él, compuesto por la actriz española Ángela Molina, el músico chileno Jorge Arriagada, la actriz francesa Andréa Ferreol, el director estadounidense Jim McBride, el fotógrafo español Juan Ruíz-Anchía y el productor francés Stéphane Tchal Gadjieff.La lectura de la lista de premios no causó perplejidades (salvo ese aludido y muy disonante apartado de un premio especial del jurado al filme francés Paria, que es un trabajo pobre, confuso, de aficionados, realizado bajo mínimos profesionales), ya que no había ninguna película que se destacase indiscutida y abiertamente como la gran favorita. Sonaron mucho en los últimos días, junto con el del filme vencedor, La perdición de los hombres, los títulos de Las flores de Harrison, La comunidad, Después de la Tormenta y Bajo la arena. Todos ellos, con excepción del último, alcanzaron un lugar que se merecían en la lista de los beneficiados por el jurado.
Y ciertamente estas películas conforman, junto con la francesa injustamente excluida Bajo la arena, el ramillete de las mejores de un concurso que no aportó el mejor cine que se ha visto aquí durante los últimos diez días. Las obras más importantes ocurrieron fuera de la sección oficial, en la Zona Abierta (Zabaltegi), convertida este año en un impagable escaparate que ha dado a conocer en España lo mejor que se hace hoy en el cine del mundo.
El cine, de extraordinaria fuerza y singularísimo estilo, de Arturo Ripstein no es la primera vez que sale triunfador en un festival de San Sebastián. Hace 22 años, en 1978, El lugar sin límites fue ya galardonada aquí; y ocho años después, en 1986, El imperio de la fortuna repitió la suerte. Pero el primer gran triunfo de Ripstein y de su guionista Paz Alicia Garciadiego en el certamen donostiarra tuvo lugar hace siete años, en 1993, con Principio y fin, una muy compleja y bellísima película considerada como una de las varias obras maestras que tiene en su riquísima filmografía el gran cineasta mexicano, que obtuvo con ella su primera Concha de Oro.
El capítulo más resonante, junto a la Concha de Oro de La perdición de los hombres, de este festival es el premio de interpretación logrado por Carmen Maura por su trabajo en La comunidad. Se trata de una creación muy compleja, erizada de dificultades, que la actriz solventa con una soltura y una libertad en el empleo de sus recursos que da idea del estado de plenitud en que se encuentra su dominio del oficio interpretativo. De ahí el entusiasmo que despertó ayer este reconocimiento a la eminente actriz en un momento crucial de su carrera.
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