Las principales asociaciones de transportistas anuncian un paro total del sector para el lunes

Si ayer ya se vivió una cierta psicosis de falta de carburantes, con colas en las gasolineras de Euskadi, el fin de semana se presenta peor. La anunciada huelga de transportistas, que se inicia el lunes para protestar por el alza de los carburantes, va a impedir que se mueva un solo camión. Así lo anunció ayer Jesús Martínez Mayor, presidente de Asetrabi (Asociación Empresarial de Transporte de Mercancia por carreteras de Vizcaya), en su nombre y en el de Guitrans y de la Agrupación Alavesa de Transportes. Las tres controlan el 75% de la flota de camiones en Euskadi.

Paro del taxi

"No se va a permitir andar a nadie". Las palabras de Martínez muestran claramente cuál es el sentir de los transportistas, que, según afirman, están trabajando con pérdidas. Las tres asociaciones vascas mayoritarias -integradas en Conetrans, la principal organización en España, que representa al 86% de los transportistas- han pedido a sus asociados que dejen el lunes los vehículos en sus bases, que no los muevan. Pero esta afirmación choca con otra: "El paro [en las carreteras] será total". Las tres patronales territoriales controlan cerca de 12.000 camiones pesados en Euskadi y un número difícil de cuantificar de vehículos de transporte ligero.La huelga se va a desarrollar de las cero horas del lunes día 2 a las 24 horas del miércoles día 4. Las patronales de transportistas asumen que no tienen capacidad para obligar a sus asociados a quedarse en casa y tampoco para controlar las directrices que impongan las otras asociaciones de camioneros, que han declarado el día 2 una huelga indefinida. "No queremos algaradas. El paro será total", señaló Martínez.

Tres días de suministro

Los transportistas, inmersos en una negociación a dos bandas, con la Administración central y las empresas que proporcionan las cargas, protestan por la subida del gasóleo. Estiman que su nivel de rentabilidad está en las 100 pesetas el litro, el precio que se manejaba en noviembre de 1999, frente a las 121 pesetas actuales. La huelga solamente se podría parar con un acuerdo, algo que a estas alturas parece improbable. En un año y medio el carburante ha subido un 38%.

Los representantes de los transportistas aseguran que no saben si la presión y bloqueos de otras asociaciones minoritarias impedirán que al final de la huelga se pueda reanudar el transporte de mercancias con normalidad. "Nadie quiere que le rompan el camión", indica Martínez. Por otro lado, la junta directiva de la Federación Vasca del Taxi decidió ayer por unanimidad adherirse al paro de 12 horas convocado en el sector en toda España para el próximo 3 de octubre. El paro ha sido convocado por la patronales Confederación del Taxi de España y la UNALT. La Federación Vasca del Taxi indicó en un comunicado que al sumarse a dicha convocatoria pretende protestar por "la grave problemática" que atraviesa esta actividad en el País Vasco, debido al "aumento incontrolado del precio de los carburantes" y también por "la negativa de las compañías de seguros a suscribir pólizas de automóvil con los profesionales del sector". Los taxistas también auguraron la paralización de este servicio si no se produce un cambio en la condiciones.

Los primeros afectados por el conflicto causado por la subida de carburantes están siendo las estaciones de servicio y sus usuarios. Las gasolineras de Euskadi vieron ayer largas colas de conductores que temían el desabastecimiento.

Precisamente ayer los agricultores, de acuerdo con la Ertzaintza, cortaron de diez de la mañana a una de la tarde la salida de camiones de los depósitos de CLH en Muzkiz. Una medida similar fue impedida en Esquíroz por la Guardia Civil con tres detenciones de miembros del sindicato agrario Ehne, que posteriormente fueron liberados. También se produjo un bloqueo en los depósitos de Ribabellosa. En todo caso, los paros del sector agrario tienen escasa incidencia en los servicios en el País Vasco. Los representantes de las estaciones de servicio están mucho más preocupados por el paro del transporte, que puede dejar a las gasolineras vascas sin carburante.

Durante todo el fin de semana se repartirá carburante a las estaciones de servicio. Los gasolineros aconsejaron que se resposte hoy para que el lunes, cuando comience la huelga, sus tanques estén llenos y se evite problemas de desabastecimiento. Las estaciones estiman que con sus tanques al completo podría asegurarse el servicio durante tres días; es decir, mientras dure la huelga del transporte de mercancías.Los propietarios de surtidores no quieren salir especialmente perjudicados en la batalla planteada en torno al alza del petróleo. De hecho, han anunciado ya que si el Gobierno deja que las cooperativas de agricultores vendan combustible a no socios harán un paro en toda España. Exigen que todo aquel que venda carburante debe reunir todas las especificaciones que exige la ley en materia de seguridad y protección del medio ambiente.

Por su parte, el consejero de Transportes, Álvaro Amann, anunció que las haciendas vascas van a igualar las condiciones fiscales de los transportistas del País Vasco con los del resto de España.