Piqué confirma que España "interviene" en la búsqueda de una salida para Montesinos
Madrid / Lima El ministro español de Exteriores, Josep Piqué, confirmó ayer que España está "ayudando" de manera "muy activa" a solucionar la crisis peruana, aunque no corroboró si gestiona el probable traslado del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, refugiado en Panamá, a Marruecos. Mientras, el presidente peruano, Alberto Fujimori, viajó ayer sorpresivamente a Washington para entrevistarse hoy con la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria. En Lima se habló de un supuesto golpe de Estado.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, confirmó ayer en declaraciones a la Cadena SER que "el Gobierno español, desde el principio de este proceso en Perú, está intentando ayudar en todo lo posible", con el objetivo de que "las próximas elecciones, a mediados del próximo año, signifiquen la consolidación definitiva de la democracia en ese país". "La intervención de España ha sido muy activa", añadió el ministro, que destacó los peligros implícitos en la situación actual y afirmó que "en algunos momentos ha habido riesgo de una fractura en la sociedad peruana que podría llevar a algún tipo de confrontación civil".En medios españoles muy directamente interesados en lo que ocurre en Lima prevalece la convicción de que la salida de Montesinos responde a una exigencia del grueso del Ejército, molesto por los drásticos cambios que el asesor presidencial introdujo en la cúpular militar, y de que Montesinos, a su vez, exigió la dimisión de Fujimori como condición de su propia retirada. Bajo ese análisis, con dos facciones del Ejército enfrentadas y un presidente que ha aplazado su salida del poder hasta dentro de seis meses, aun estando presionado por su hombre de confianza, las posibilidades de que la crisis descarrile parecen numerosas.
Un primer paso hacia la reducción de la tensión sería la salida de Montesinos de Panamá, donde el ex asesor presidencial encontró refugio el pasado fin de semana. La propia OEA parece propicia a que este personaje se aleje del ámbito latinoamericano, al margen de que su presencia en Panamá sería un serio inconveniente para la celebración de la cumbre Iberoamericana programada en ese país a mediados de noviembre. Por todas esas razones, en medios diplomáticos españoles se ha hablado recientemente del probable traslado de Montesinos a otro país, y concretamente al norte de África. Fuentes conocedoras del caso afirman que el ex asesor ya pidió que el Cesid hicera una gestión en Túnez para buscarle refugio si Fujimori no lograba ser reelegido.
Piqué no quiso ayer, sin embargo, corroborar las más que probables gestiones españolas en este tema, aunque tampoco las negó. Ante la insistencia del periodista de la SER por saber si Montesinos irá a Marruecos, el ministro respondió: "Hemos ido trabajando sobre este tema; hemos estado en disposición de ayudar y vamos a seguir ayudando".
Entre tanto, la tensión volvía a subir en Lima con nuevas denuncias de un supuesto golpe de Estado en marcha. El diputado tránsfuga Juan Mendoza del Solar denunció que un grupo de congresistas estaba sometido a intensas presiones para la firma de un documento elaborado por la Comandancia General del Ejército. El plan, según la denuncia, pretendía la segregación de un grupo de congresistas de la coalición fujimorista Perú 2000 para formar un grupo parlamentario de apoyo a Montesinos, generar una situación de desorden en el Parlamento y en el país y propiciar en 20 días un golpe militar. El objetivo final del levantamiento sería el regreso del ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), refugiado desde el pasado sábado en Panamá.
Las voces más alarmistas enseguida establecieron una relación entre el supuesto plan golpista con el conflicto de los transportistas que ya dura varios días. El paro general del miércoles contra la subida de los precios del petróleo paralizó varias ciudades del país, donde no faltó la actuación de incidentes causados por provocadores. El abastecimiento de Lima depende en gran medida del interior del país, por lo que la interrupción de las vías de comunicación a la capital empieza a provocar inquietud.
Mendoza del Solar, que acaba de abandonar las filas del oficialismo a las que se pasó después de ser elegido por el partido opositor Solidaridad Nacional, no aportó prueba alguna de la grave denuncia -"salvo mi palabra", dijo- y acusó al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Juan Villanueva Ruesta, de estar detrás de la conspiración golpista. Éste y otros 21 generales de la cúpula militar pertenecen a la promoción de Montesinos y son considerados totalmente leales al asesor asilado en Panamá.
El Ministerio de Defensa negó inmediatamente las acusaciones en un comunicado en el que asegura que el Ejército de Perú es una institución no deliberante, que no participa en actividades de carácter político y que obedece al presidente de la República.
