El actor Achero Mañas retrata en su primera película el infierno de los malos tratos infantiles
El director novel presenta en la sección Zabaltegi 'El Bola', interpretada por dos niños de 12 años
Hace cinco años el actor Achero Mañas decidió dejar la interpretración. Coincidió, según él, con el nacimiento de su hija y con la sensación de que, a pesar de que era un actor con éxito y trabajo, jamás haría el cine que le gusta. A su padre, el dramaturgo Alfredo Mañas, la decisión le pareció básicamente una locura. Pero tres cortometrajes y ahora su primer largo, El Bola, han dado la razón al joven actor. El Bola, presentada ayer en San Sebastián, fue bien recibida en la sección Zabaltegi. Su retrato de la amistad entre dos niños con los malos tratos infantiles de fondo incluso conmovió.
Dos niños, Juanjo Ballesta y Pablo Galán, son El Bola y Alfredo. El padrede El Bola es un ferretero de Carabanchel. El padre de Alfredo es un modernillo con un estudio de tatuajes del centro de Madrid. Los dos niños se conocen en el colegio y se hacen amigos. "Existe un paralelismo entre un padre que es capaz de marcar a su hijo para toda la vida a través de una paliza y un padre que lo hace a través de un tatuaje", dice Achero Mañas. "Evidentemente, no tiene nada que ver una cosa con la otra, pero las dos son para toda la vida".
"Ésta es una película sobre la amistad de dos niños y sobre los malos tratos que sufre uno de ellos, pero sobre todo es una película sobre la capacidad de los niños para disfrutar de la vida, sobre lo emocionante que es su vitalidad. En los centros de la Comunidad de Madrid que visité siempre me llamó la atención ver niños maltratados que, a pesar de estar llenos de golpes, jugaban y se reían. No hay nada más conmovedor que las ganas de vivir de los niños que sufren".
A sus 33 años, el hijo de Alfredo Mañas y la actriz Paloma Lorena asegura que su infancia era parecida a la de Alfredo (el hijo del tatuador, el amigo que descubre el triste secreto de El Bola). "Yo vivía en Carabanchel con mi madre, y mis amigos del barrio eran como los de la película. Pero yo, a diferencia de mis amigos, iba a los estrenos de teatro con mi padre y veía pasar por mi casa a los escritores y pintores que siempre nos visitaban. Era una situación que me mantenía a la mitad de camino de dos mundos. Es una dicotomía que he intentado reflejar".
El cartel de El Bola es un primer plano de Juanjo Ballesta. Es el primer plano que cierra la película, una secuencia final en la que El Bola repite al espectador los insultos que desde pequeño le ha repetido su padre. "Mi trabajo con él y con los otros niños ha sido dificil, pero muy satisfactorio; es lo que más me gusta de la película. Trabajar en cine con niños es muy difícil, se pierden los nervios fácilmente. A veces pensaba que todo era absurdo, que estaba haciendo una película sobre los malos tratos mientras yo me liaba a gritos con los niños". El neorrealismo italiano, el movimiento Dogma y Ken Loach son tres referencias que cita Achero Mañas. Existe una cuarta: los trenes. En la película, las vías de los trenes ilustran los miedos y los sueños de los niños.
Achero Mañas prepara ya su segunda película: la historia a través de 50 años de un grupo independiente de teatro liderado por un idealista, por un "quijote de la cultura". "Será la historia de una visión del mundo a través de una idea de la cultura que se está muriendo".
Babelia
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