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Waters lamenta que cada vez sea más difícil provocar

Maribel Marín Yarza

John Waters, uno de los realizadores norteamericanos más irreverentes, se comportó ayer en San Sebastián como si fuera uno de los personajes de sus películas. Se mostró cínico y corrosivo, aunque no transgresor, en el marco de una comparecencia en la que aseguró: "Cada vez es más difícil provocar o sorprender porque Hollywood ya ha admitido el sexo y la violencia extrema y ahora busca películas como las mías".Lo dijo antes de que su película Cecil B. Demented, se proyectara en la pantalla gigante del velódromo de Anoeta. En el pase de la película, una comedia delirante protagonizada por Melanie Griffith y Stephen Dorff, saltaron chispas. El publicó se entregó a la propuesta iconoclasta de Waters y saboreó el encuentro del director norteamericano con Pedro Almodóvar en los prolegómenos de la proyección. Ambos escenificaron la admiración mutua de la que ya han dado muestra repetidas veces y que se inició horas antes en la rueda de prensa del director de Baltimore. "¿Considera a Almodóvar su alter ego?". "Creo que es uno de los realizadores más alegres del mundo, que además ha roto cánones en Estados Unidos, un país muy conservador en temas de sexo", respondió. Waters también. Irrupió en el mundo del cine con una libertad sin límites, con espíritu gamberro y políticamente incorrecto, siempre con Baltimore como escenario de sus propuestas cinematográficas. En 1972 rodó su película, Pink Flamingos, la película más emblemática de una filmografía en la que figuran Desperate living, Hairspray, Cry Baby y Serial Mom y ahora Cecil B. Demented. "Yo gané la lucha con la sociedad con Pink Flamingos", dijo ayer. Y llamó la atención sobre la realidad con la que se encuentran hoy las nuevas hornadas de realizadores. "Las películas extranjeras han sido bien recibidas en Estados Unidos y eso hace más fácil que hoy pueda rodar mis cintas". "Creo", añadió, "que este es el mejor momento internacional para realizadores locos". Tanto es así que aventura que dentro de 10 años las estrellas de cine rodarán escenas de sexo de verdad.

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