Roma reúne las 92 ilustraciones de Botticelli para la 'Divina Comedia'

No se trata sólo de Dante ni de Botticelli. La tercera gran exposición del museo romano de las antiguas Caballerizas del Quirinal, que se inaugura hoy, Botticelli, pintor de la Divina Comedia, no se limita a presentar las 92 ilustraciones que hizo el artista florentino para una de las obras maestras de la literatura italiana, sino que ofrece un panorama rico y complejo del Renacimiento florentino.

Un total de 200 obras, entre antiguos códigos, cuadros, frescos, tapices y hasta una escultura, procedentes de museos italianos, alemanes, británicos, estadounidenses y españoles, reconstruyen ante el visitante una de las etapas más creativas de la cultura italiana. La exposición estará abierta hasta el 3 de diciembre.Sandro Botticelli (Florencia 1445-1510) dibujó las espléndidas ilustraciones para la Divina Comedia, de Dante, por encargo de su principal mecenas, Lorenzo de Pierfrancesco de Medici, primo segundo de Lorenzo el Magnífico. La fecha exacta no se conoce pero se sabe que el pintor florentino trabajó en esta obra a finales del siglo XV, entre 1480 y 1495, muchos años después de la muerte en Rávena de Dante Alighieri (Florencia, 1265-Ravena, 1321).

Botticelli dibujó sus figuras increíblemente detalladas, en el lado rugoso del pergamino, que en la cara lisa llevaba copiados con esmero los versos inmortales. Con el tiempo la obra se dividió en dos manuscritos que, tras infinitas vicisitudes y desplazamientos, fueron a parar uno al Kupferstichkabinett de Berlín; el otro, el más pequeño (con sólo siete ilustraciones), a la Biblioteca Apostólica del Vaticano.

Conocidas por los especialistas y estudiosos, estas ilustraciones son nuevas para el público, que pudo contemplar por primera vez la obra reunida en la exposición inaugurada en Berlín la pasada primavera. Ahora, la Divina Comedia en versión de Botticelli llega a Italia, cinco siglos después de su realización, arropada por una colección impresionante de lienzos, tablas y códigos antiguos. "En realidad se trata de dos exposiciones", explicaba ayer al presentar la muestra Anamaria Petrioli Tofani, directora de la Galería de los Uffizi de Florencia, que aporta considerable material. Una es la que recoge las magníficas ilustraciones de Botticelli al infierno, purgatorio y paraíso descritos por Dante. La otra es la que ofrece una visión viva de la Florencia del siglo XV. A través de sus personajes más famosos (Giuliano de Medici, hermano de Lorenzo el Magnífico, o Jerónimo Savonarola) y de sus artistas y estudiosos (como Leonardo da Vinci, Giovanni Pico de la Mirandola o el humanista Michel Marullo, representado en la exposición por un espléndido retrato de Botticelli, perteneciente a una colección privada española) que hicieron posible el Renacimiento. La Capilla Real de Granada ha prestado para la ocasión La oración en el huerto, de Botticelli.

Las 92 ilustraciones de Botticelli para su gran mecenas representan 90 de los 100 cantos de la Divina Comedia. Las restantes se han perdido y parece que dos de las dedicadas al paraíso no llegaron nunca a ejecutarse. Sólo la gran visión del infierno ha llegado completa hasta nuestros días.