El trasvase del Ebro sólo cubrirá la tercera parte de las necesidades de agua de toda España

El trasvase del Ebro supondrá la construcción de 529 kilómetros de nuevas canalizaciones y un coste de casi 700.000 millones de pesetas. Pero, con todo, los 1.000 hectómetros cúbicos que desplazará cada año apenas cubrirán una tercera parte de las necesidades de agua españolas, que el propio Ministerio de Medio Ambiente cifra en 3.000 o 4.000 hectómetros cúbicos anuales. El titular de ese departamento, Jaume Matas, presentó ayer oficialmente al Consejo Nacional del Agua el anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional (PHN), con una financiación total prevista en 3 billones de pesetas en los próximos ocho años. Han pasado siete desde que los socialistas intentaron infructuosamente sacar adelante un proyecto del mismo corte, aunque más ambicioso. El PP, que entonces se opuso frontalmente al plan, confía ahora en que la mayoría absoluta que ostenta y la limitación a un solo trasvase -desde los nueve que proponían los socialistas- allanen el camino para sacar al PHN de su atasco en esta legislatura.

Matas se ha empleado a fondo para limar las resistencias al proyecto, y especialmente la de Aragón, la comunidad autónoma más beligerante en defender el agua del Ebro como su mayor patrimonio natural. Ayer mismo, nada más concluir la presentación del plan, el secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, acompañado del presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, viajó a Zaragoza, donde se reunirá hoy con todos los regantes y usuarios de la cuenca para explicarles que el trasvase del Ebro no se hará sin que las demandas del Pacto del Agua de Aragón estén atendidas.

El anteproyecto del plan consta de 31 artículos, dos disposiciones transitorias, dos derogatorias y una disposición final que apenas ocupan 18 folios. En otros 25 figura el listado de obras de interés general (embalses, canalizaciones, depuradoras) que, con cargo al Estado, se prevé llevar a cabo en los próximos ocho años por valor de 3 billones de pesetas (exactamente 3.019.726 millones).

En el artículo 13, donde se autorizan los trasvases de agua de una cuenca a otra, la cuantía del volumen aparece en blanco. Para saber cómo se llenará ese espacio vacío los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) han preparado un cofre con cinco tomos de 2.000 páginas donde se recogen los análisis del funcionamiento de los sistemas hidráulicos, las aguas subterráneas los estudios económicos y ambientales y los trasvases posibles.

Medio Ambiente ha analizado cuatro posibles grandes trasvases para el litoral mediterráneo (desde el Ebro, desde el Alto Duero, desde el Bajo Duero y desde el Tiétar, véase gráfico) y ha concluido que el único trasvase viable, por su coste y por el volumen de agua excedente es el primero: la desviación de 1.000 hectómetros cúbicos al año desde el Bajo Ebro a Cataluña (180 hectómetros cúbicos), Comunidad Valenciana (300), Murcia (430) y Almería (90).

El coste del trasvase del Ebro, según el proyecto, es de casi 700.000 millones de pesetas. Otras opciones son mucho más caras. Por ejemplo, los trasvases desde el Duero suponen un 40% más de coste, y el del Tajo, un 30% más.

Al año llueven 346.000 hectómetros cúbicos sobre España, pero, debido a la gran evaporación que sufre el país, sólo quedan disponibles 109.000 en los ríos y cauces subterráneos. Aún así, es una cifra muy alta, ya que la demanda de agua total (para la agricultura, la industria y el uso doméstico) es sólo de 20.000 hectómetros cúbicos (en realidad es de 35.000, pero 15.000 se devuelven luego a los cauces en distintos grados de depuración). Ello quiere decir que de los 109.000 hectómetros cúbicos disponibles 89.000 acaban en el mar sin que nadie los aproveche.

Sobra agua, pero está mal repartida. Donde más crece la población y la actividad económica -todo el arco mediterráneo- es donde menos llueve. La solución para cubrir ese déficit está dentro del propio territorio nacional, según explica la memoria del PHN, si bien las presiones de los nacionalistas catalanes han hecho que se incluya el trasvase del río Ródano desde Francia como posibilidad a largo plazo. El coste de esta última canalización supera el billón de pesetas.

El Consejo Nacional del Agua (91 miembros) ha decidido crear un comité permanente más reducido en el que tendrá representación por primera vez un portavoz de las organizaciones ecologistas, Santiago Martín Barajas, que fue ayer uno de los primeros en descalificar el anteproyecto. "Está redactado con criterios del siglo pasado porque sólo contempla un listado de presas, las mismas que figuraban en el plan del PSOE, e incluso algunas que están descartadas o ubicadas en zonas protegidas", dijo al salir.

Este rechazo previo al PHN también lo hicieron patente los consejeros de los gobiernos autónomos de Aragón y Castilla-La Mancha, ambos socialistas, aunque sólo lo conocían por los avances publicados en la prensa.

El régimen económico aplicable a los beneficiarios de agua trasvasada se cifra en un canon que cubrirá los costes de llevar el agua hasta la red de distribución. En uno de los últimos borradores figuraba como tarifa media las 50 pesetas el metro cúbico, pero esa cantidad se ha retirado a última hora del anteproyecto. Lo que inicialmente figuraba como canon de compensación a las cuencas que cedan el agua se ha sustituido por un canon de trasvase ambiental de 5 pesetas el metro cúbico que administrará la cuenca hidrográfica cedente de agua para usos ambientales.