La lucha contra la expansión del narcotráfico capitaliza la cumbre de países de América del Sur

Iba a ser un tema más, pero al final el Plan Colombia y el peligro de que el conflicto se extienda se han convertido en el problema más espinoso de la cumbre de los 12 países de América del Sur celebrada en Brasilia y que da a Brasil un protagonismo nuevo en la región. El tema de Colombia está tan caliente que se ha decidido no citar explícitamente a este país en el documento final. Incluido en el capítulo Drogas ilícitas y delitos conexos, el problema de Colombia se discutirá en una reunión celebrada a puerta cerrada a la que sólo están invitados los presidentes.

Altibajos de derecho

El ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, el general Alberto Cardoso, ha alertado públicamente del miedo de Brasil a que sus ríos puedan ser contaminados por las armas biológicas que podrían ser usadas en Colombia para destruir las plantaciones clandestinas de coca, mientras que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ha hablado explícitamente del peligro de "vietnamización" de la región. Según el Gobierno brasileño, los 22.000 hombres que vigilan la frontera con Colombia (1.644 kilómetros), si no son suficientes en caso de un desbordamiento del conflicto, servirían al menos para dar la alarma. El Gobierno de Brasil aseguró ayer que la vigilancia en las fronteras con Colombia está siendo realizada por el Ejército brasileño "con profesionalidad y sin ningún alarmismo".El presidente colombiano, Andrés Pastrana, viajó ayer hasta la capital brasileña para tratar de convencer a sus colegas de que el Plan Colombia no supone un peligro para ellos ni supone una intromisión de EE UU en el sur del continente, tal y como reiteró en Cartagena de Indias el presidente de EE UU, Bill Clinton. La cumbre de los 12 países de América del Sur que por primera vez se celebra en Brasil ha desatado las especulaciones de la posibilidad de que este país se convierta en el líder de la región. Y mientras el ministro de Relaciones Exteriores, Luiz Lampreia, lo ha negado en entrevista a este periódico, The New York Times sostenía ayer que tras la cumbre, Brasil comenzará "a tener un papel en el escenario mundial".

Pero precisamente para evitar estas especulaciones, Brasil ha pedido al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que coordine el proyecto de integración de América del Sur.

El otro punto polémico de la cumbre ha sido la presencia inesperada de un representante oficial de México, Jorge Castañeda, que podría ser el nuevo ministro de Asuntos Exteriores mexicano. Pero el Gobierno brasileño ha explicado que la presencia de Castañeda en la cumbre es sólo un homenaje a la democracia mexicana y de amistad con el presidente electo Vicente Fox, que pidió tal presencia, y ha confirmado que la cumbre está limitada a América del Sur.

Los presidentes firmarán el llamado Comunicado de Brasilia, en cuyo capítulo sobre democracia tampoco cita por su nombre a países como Ecuador, Paraguay y Perú, protagonistas de parte de los altibajos principales registrados en el estado general de la democracia de la región en el último tiempo, informa Efe. El Comunicado de Brasilia pone como ejemplo de compromiso democrático los acuerdos firmados años atrás que prevén el aislamiento de la nación que se aparte de las rutas constitucionales. La mayoría de gobernantes presentes en Brasilia se ceñirá al austero programa preparado por los anfitriones y se han previsto pocos encuentros bilaterales, entre los que destaca uno entre los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, y Bolivia, Hugo Bánzer, los únicos países de la región que no mantienen relaciones diplomáticas.