EN BUSCA DE EVIDENCIAS DE AGUA EN MARTE
Generalmente se ha pensado que el agua desapareció de Marte hace millones de años. Pero Jeffrey Kluger, coautor del libro en que se basó la película 'Apollo 13', explica que pudo haber agua hasta hace bien poco y que, incluso, todavía puede haberla en el interior del planeta.
Hubo un tiempo en que el sistema solar disponía de dos mundos acuosos. El vecino de al lado de la cálida, húmeda y arcillosa Tierra era el cálido, húmedo y arcilloso Marte; ambos planetas borrachos de océanos, surcados de ríos y, posiblemente, ambos repletos de vida. Sin embargo, hace miles de millones de años, Marte, por su baja gravedad, perdió el aire y el agua, lo que hizo que el planeta se convirtiese en el lugar muerto, gélido y seco que es hoy.Ésa ha sido, en cualquier caso, la creencia generalizada. Sin embargo, ahora parece que esa idea puede haber sido equivocada. La Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) dio a conocer en junio gran cantidad de imágenes nuevas procedentes de la nave espacial Mars Global Surveyor que indican que incluso hoy día es posible que brote agua del interior de Marte y aflore en corrientes hacia la superficie, lo que aumenta drásticamente la probabilidad de que al menos parte del planeta esté biológicamente vivo.
Encontrar agua líquida en la superficie de Marte nunca ha sido fácil, principalmente porque es imposible que exista allí. La atmósfera marciana actual tiene apenas un 1% de la densidad de la terrestre, y la temperatura media del planeta ronda los 55 grados bajo cero. En un medio ambiente tan duro como éste, cualquier agua que apareciese se evaporaría en el espacio o simplemente se congelaría al instante allí donde estuviese. Por eso, lo que buscan los científicos que estudian la historia marciana son los vestigios que la antigua agua del planeta dejó tras ella; cauces por los que una vez fluyeron los antiguos ríos, cuencas donde una vez se asentaron los mares.
Las aproximadamente 85.000 imágenes que el orbitador Surveyor ha enviado a la Tierra en los casi tres años que ha estado dando vueltas alrededor de Marte están llenas de este tipo de cicatrices hidráulicas esperadas. Pero unas cuantas fotografías cogieron a los científicos por sorpresa. En general, cuanto más antigua sea una formación marciana, más probable es que haya sufrido deformaciones a lo largo de eones, suavizada por las periódicas tormentas de viento del planeta u horadada por un meteorito externo. Sin embargo, algunos de los canales de agua recientemente descubiertos parecen tan frescos como el día que se formaron, lo que llevó a los atónitos investigadores a concluir que ese día puede haber estado notablemente cercano al presente. Según Ed Weiler, administrador asociado de la Oficina de Ciencia Espacial de la NASA, "el agua podría haber fluido quizá hace un millón de años, quizá hace 10.000 o quizá ayer".
Si la naturaleza prístina de las formaciones fue inesperada, su improbable situación lo fue más. Los planetólogos habían aceptado desde hace tiempo que en caso de que el agua subterránea de Marte aflorase a la superficie, lo haría en las comparativamente templadas zonas ecuatoriales, donde las temperaturas de mediodía en pleno verano pueden acercarse a los 20º C. Sin embargo, casi todos los nuevos canales se localizaron en los extremos relativos del planeta -por encima de los 30º de latitud norte y por debajo de los 30º sur- y todos estaban esculpidos en las partes frías y sombrías de las laderas.
Paradójicamente, este hallazgo puede aumentar las oportunidades de que los barrancos estén relacionados con el agua. Es probable que el agua que pudiese manar en la parte soleada de las montañas se evaporase casi instantáneamente. La humedad que aflorase en la sombra formaría una corteza de hielo temporal que duraría sólo hasta que la presión del agua que viene detrás la hiciese reventar. Al hacerlo, se produciría un repentino chorro descendente que formaría un tipo de canal bien definido como el que el Surveyor localizó. "Si en la Tierra se descubriesen características como ésta", afirma Michael Malin, principal investigador encargado del sistema de cámaras del Surveyor, "no habría dudas de que el agua tiene que ver".
Para la atribulada NASA, los nuevos descubrimientos no podrían haber llegado en mejor momento. Después de los recientes fracasos espectaculares de dos sondas no tripuladas a Marte, llovieron las críticas contra todo el programa de exploración planetaria de la organización. Sin embargo, la posibilidad de que exista agua en Marte indica no sólo que el planeta podría albergar vida indígena, sino que también podría sustentar vida humana. Los astronautas visitantes necesitarían agua para diversos propósitos, incluida la fabricación de aire y puede que hasta de combustible para los cohetes. Bombear el agua que se encuentra sobre el terreno en lugar de acarrear las reservas desde la Tierra podría disminuir drásticamente el coste de la misión. La NASA espera que todo esto aumente las probabilidades de que el hasta ahora reacio Congreso de EE UU dé luz verde a futuras misiones, tripuladas o no, a Marte. "En la exploración de Marte", dice Jim Garvin, un científico del programa de la NASA, "siempre hemos seguido el planteamiento de buscar agua". Parece que ese planteamiento está empezando a dar frutos.
© Time
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