La carestía de los hoteles causó la caída del turismo español en Barcelona, según los expertos
aEl encarecimiento de los hoteles de Barcelona, especialmente los establecimientos de lujo, explica, según los expertos en turismo, la caída en picado del número de visitantes españoles que la ciudad vivió en mayo y junio de este año. Según los datos facilitados por el vicepresidente de Turismo de Barcelona y alcalde accidental, Jordi Portabella, la capital catalana perdió en mayo y junio el 27% de turistas del resto de España, lo que significa 121.737 menos que en el mismo periodo de 1999. El descenso coincide con el primer mayo en que el Salón del Automóvil se ha celebrado en Madrid.
Por encima de Madrid
Barcelona está saboreando su mejor semestre como polo de atracción turística (1,6 millones de visitantes en los primeros seis meses del año, el 2,6% más que el año pasado). Pero mientras que el imán se constata poderoso con el turismo extranjero, que aumentó casi un 25% en mayo y junio de 2000 respecto a los mismos meses de 1999, el turismo español patina. "No estamos ante un problema de mala imagen de Barcelona en España, en absoluto. La explicación hay que buscarla principalmente en los precios de los hoteles", afirma Albert Grau, responsable en Barcelona de la consultora turística Horwath Consulting, del Grupo Mazars.
Según el último estudio de esta firma sobre la evolución de la ocupación y los precios en los establecimientos hoteleros de lujo y de primera clase de Barcelona y Madrid, el precio medio de los hoteles de lujo de la primera creció el 15,18% durante el primer semestre de 2000 respecto al primer semestre de 1999.
Si se desglosa este porcentaje en los dos primeros trimestres de 2000, se constata que el incremento fue todavía superior precisamente durante los meses en los que pinchó el turismo español: entre abril y junio pasados, el precio medio de una habitación aumentó el 17,02% y llegó a dispararse hasta 36.072 pesetas por noche en el mes de mayo.
En el caso de los hoteles de primera clase (los de cuatro y cinco estrellas), también se ha producido un encarecimiento, aunque en menor grado. El incremento de precios fue del 5,58% en el primer semestre.
El comportamiento general de los precios en el caso de Madrid siguió también una línea alcista. Mientras que la subida fue muy inferior a la registrada en Barcelona en los establecimientos de lujo (el 10,25%), en el caso de los hoteles de primera clase el aumento fue muy superior (el 13,93%). En todo caso, el precio medio final continúa estando por debajo del de la capital catalana o igualado con él. El vicepresidente de Turismo de Barcelona y alcalde accidental, Jordi Portabella, declaró que desconoce las causas de la pérdida de turistas nacionales, pero en la presentación del mapa turístico de la ciudad, el pasado miércoles, destacó que el "mejor semestre en la historia del turismo de la ciudad" rompe con la imagen de Barcelona como una urbe cara con hoteles caros.
Tanto en Barcelona como en Madrid, los precios medios por noche se sitúan alrededor de 6.000 pesetas por encima de los de otras ciudades, como Sevilla, Bilbao y Valencia.
"Estas ciudades se están equipando también con buenas infraestructuras que alientan la celebración de convenciones, ferias y congresos. Podemos estar ante un desplazamiento de este tipo de actividades a otros puntos del territorio español, si se tiene en cuenta tanto la diferencia de precios como la saturación de la oferta hotelera", opina Grau. Los niveles de ocupación registrados en los hoteles de Barcelona en mayo y junio pasado pulverizaron los récords alcanzados hasta la fecha durante esos meses: más del 93% en el caso de los hoteles de lujo y más del estridente 96% en el caso de los de cuatro y cinco estrellas.
En opinión de Jordi Novellas, jefe del Departamento de Congresos de la asociación de congresos y convenciones Barcelona Convention Bureau, en la interpretación de una ocupación hotelera por las nubes y del encarecimiento de precios de este periodo debe tenerse en cuenta el modelo de comportamiento del visitante español frente al del extranjero.
El descenso del turismo interior coincide con el primer mayo sin Salón del Automóvil
La conducta es distinta según la procedencia del visitante, ya viaje por negocios o se desplace por vacaciones."En Barcelona hay una elevada actividad internacional, que copa con mucha antelación las plazas hoteleras. El mercado nacional se mueve de otra manera, a corto plazo. Mi hipótesis sobre el descenso del turismo español combina el aumento de los precios de los hoteles con un modelo de conducta que topa con una ciudad ya llena", señala Novellas. Barcelona Convention Bureau excluye como explicación el citado desplazamiento de acontecimientos como ferias o convenciones, y recuerda que en mayo el salón tecnológico BIT atrajo a 72.000 visitantes. También se celebraron reuniones que aumentaron el hervidero turístico, como el Congreso de la Asociación Española de Estudios de la Menopausia, que reunió a 2.500 personas. En junio, el Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología reunió a 2.520 delegados.
Pero la caída del turismo nacional en Barcelona ha coincidido con el primer mayo en que el Salón del Automóvil, celebrado tradicionalmente en la capital catalana, ha abierto sus puertas en Madrid. Esta exposición, que a partir de este año se realizará alternativamente en ambas ciudades, movilizó en 1999 a unos 900.000 visitantes. El dato tiene relevancia económica si se tiene en cuenta que cada congresista deja diariamente unas 45.000 pesetas.
En el descenso del turismo nacional también puede haber influido el auge de otros destinos, como Grecia, Italia y Turquía, aunque este factor pesa menos en los meses de mayo y junio.
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