_
_
_
_

Álvaro Pombo reivindica la novela histórica

El escritor debe interpretar la realidad a través de la irrealidad, afirma el autor de 'La cuadratura del círculo'.

Tan pronto como la ficción entra en la historia, la historia acaba desapareciendo en su validez, así que toda novela histórica debería llamarse una novela, sin más", explicó el escritor Álvaro Pombo en el curso de verano que la Universidad Complutense ha dedicado a este género literario. "Sólo deberían escribirse novelas históricas en caso de necesidad, porque tenemos demasiadas ficciones y necesitamos más historias verdaderas", añadía. Pero cuando ya tenía a los alumnos convencidos del divorcio irreconciliable entre historia y novela, soltó la contradicción: resulta que la narración ficticia, si es buena, no sólo no emborrona las verdades históricas, sino que las precisa y concretiza.Lo explicó con un ejemplo: "Por mucho que leamos lo históricamente avalado acerca de la segunda cruzada, quizá necesitemos una novela mía como La cuadratura del círculo para hacernos percibir la estupidez que presidió todo aquello". La tesis de Pombo es que a la novela histórica, para ser buena, no le basta una confirmación historiográfica de su rigor, ni el reconocimiento de su calidad literaria. Para ser algo más que un adorno de la historia que sólo deleite "a los lectores semicultos", la novela histórica requiere un autor que sepa interpretar la realidad a través de la irrealidad, que ilumine "lo dado, lo presente y lo pasado mediante lo no dado, lo ausente y lo futuro". Cuando todo esto concurre, el género no es un cajón de sastre que se vende bien, sino "una bomba de efecto retardado" que ayuda a comprender el significado del mundo.

Antes de llegar a estas conclusiones, Pombo sembró con su discurso apasionado todas las dudas posibles sobre la convivencia en un mismo género del rigor que reclaman los hechos históricos y la ficción. Citó el arranque del Quijote como prueba del "hiato desmesurado" entre historia y novela. El periodismo y los textos bíblicos son para el autor dos buenos ejemplos de que la mezcla entre ficción y realidad defrauda a los lectores interesados por conocer la segunda. "Un periódico puede llamarse La verdad de Murcia, mientras que una novela que llevase el mismo título nos parecería una gran boutade".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_