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Los farmacéuticos de Guipúzcoa se rebelan en solitario contra los nuevos precios de las medicinas

Maribel Marín Yarza

Las farmacias de Guipúzcoa han decidido no modificar los precios de los medicamentos, en contra de los que establece el decreto ley de medidas de contención del gasto farmacéutico, que entró en vigor ayer, mientras no reciban los envases con el nuevo precio establecido en el cupón-precinto. El portavoz de la asamblea permanente del sector en Guipúzcoa, José María Erauskin, anunció ayer la decisión y garantízó que no se aplicará la medida "ni al alza ni a la baja". Las farmacias de Álava y Vizcaya, sin embargo, cumplirán con la nueva normativa vigente.

El decreto, aprobado en junio, se enmarca dentro del paquete de medidas liberalizadoras acordadas por el Gobierno central. En la práctica, permite desde ayer que estos establecimientos puedan realizar descuentos voluntarios de hasta un 10% en aquellos medicamentos que se venden sin receta y en los que figuran las siglas EFP (especialidad farmacéutica publicitaria). Establece además nuevos márgenes de beneficios para los profesionales: incrementa del 27,9% al 33% el de los genéricos (principios activos que se venden sin marca a un precio menor) y fija el margen en 5.580 pesetas si el producto cuesta más de 20.000 pesetas (ver EL PAÍS de ayer).El decreto no se ha recibido de la misma forma en los tres territorios vascos. Mientras en Álava y Vizcaya las farmacias comenzaron a cumplir ayer la nueva normativa sin mayores discusiones, en Guipúzcoa los farmacéuticos se niegan a aplicar las tablas de conversión remitidas por el Ministerio de Sanidad y Osakidetza para transformar los precios de los medicamentos que tienen almacenados. En algunos casos, los productos se encarecerían; en otros, se abaratarían. Pero los establecimientos guipuzcoanos -un total de 280- no están dispuestos a cobrar a sus clientes un precio distinto del que figura impreso en el precinto. "No se aplicarán ni al alza ni a la baja", enfatizó ayer Erauskin, "de manera que los cambios de precio se irán realizando en la medida en que se vayan recepcionando los nuevos envases".

Ésta no es la primera vez que los farmacéuticos de Guipúzcoa se declaran insumisos a las modificaciones de precios. La razón no es otra, dicen, que no generar desconfianza entre los consumidores. En este caso, "al margen de que el cobro de un precio distinto al que figura en el cupón-precinto del envase" contravenga "la ley del Medicamento", encuentran un agravante añadido: "Para algunos medicamentos el nuevo precio es inferior al que la farmacia ha abonado por ese mismo producto". Creen que lo lógico hubiera sido en este caso "establecer un plazo de acomodación de los nuevos precios" a sus existencias o haber previsto la posibilidad de devolver a los laboratorios los medicamentos de precio antiguo.

El departamento vasco de Sanidad tiene previsto realizar inspecciones para certificar la aplicación correcta de las tablas. Por eso ayer Erauskin pidió que los inspectores se ahorren el viaje a Guipúzcoa. "No es necesario para constatar algo que hemos anunciado públicamente", dijo.

Las 424 farmacias de Vizcaya y el cerca de un centenar que existen en Álava aplicaron el decreto, pese a que sus titulares no coinciden con todas las medidas que establece. "Entendemos que estamos obligados a cumplirlo, como lo hemos hecho siempre", dijo el presidente de la Asociación de Farmacéuticos vizcaínos, Enrique Ordieres. En todo caso, no ven con buenos ojos los descuentos voluntarios en los medicamentos que no se venden con receta. "Se trata de bienes sanitarios, no de mercancías. Por eso esta medida, que se suele utilizar para promocionar el consumo, no tiene sentido. Hay que hacer un uso racional del medicamento". Además, estiman que la nueva regulación del Gobierno central "invade competencias de las autonomías". "El tema de los márgenes", señaló Ordieres, "sí es cuestión estatal, pero lo referente a los descuentos", que las farmacias vascas deben realizar a Osakidetza según su facturación, "es algo que debía haberse hecho vía concierto".

Erauskin aludió a esta misma cuestión y destacó la necesidad de hacer un frente común. "Sería una desgracia", manifestó, "que el departamento y las farmacias, víctimas de la negligencia, prepotencia y soberbia de Sanidad, acabaran enfrentándose por quien quiere hacer fracasar un modelo autonómico". El departamento vasco de Sanidad no respondió ayer a la petición de EL PAÍS de que explicase su posición.

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