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Sanidad fija el 'precio máximo subvencionado' para 590 especialidades farmacéuticas

La medida, destinada a ahorrar 20.000 millones en un año, entrará en vigor el 1 de diciembre

A partir del 1 de diciembre, 590 presentaciones farmacéuticas, que corresponden a 42 principios activos o sustancias medicinales, tendrán un precio máximo subvencionado por el Sistema Nacional de Sanidad. Esta lista de los llamados "precios de referencia", publicada ayer en el BOE, obligará al usuario a pagar la diferencia siempre que quiera un medicamento de coste superior. Los fármacos a los que afecta la medida vendrán etiquetados con las letras EQ (equivalentes). Sanidad espera ahorrar en un año 20.000 millones de pesetas en la factura farmacéutica, que en 1999 superó el billón de pesetas.

Media ponderada

Los médicos del sistema público dejarán de recetar muy pronto medicamentos tan populares como el clamoxyl, el fluimucil, el prozac, el losec o el zovirax. En su lugar, mandarán su principio activo (ver gráfico), o alguna de las presentaciones de estos fármacos que existen en el mercado y cuyo precio es inferior al de referencia publicado ayer en el BOE.Si pese a ello un usuario llega con una receta para uno de estos productos a una farmacia a partir del próximo 1 de diciembre, el farmacéutico deberá sustituirlo por otro más barato y que sea equivalente.

Impacto en laboratorios

El usuario podrá oponerse al cambio, pero en este caso deberá abonar el porcentaje que pagaría habitualmente (que depende de si es pensionista, enfermo crónico o un afiliado ordinario) pero aplicado al precio de referencia, más la diferencia entre el precio de referencia y lo que cuesta el fármaco que se lleva.

También el médico puede justificar mediante un informe que se dispense un fármaco más caro, de forma que el boticario está obligado a vender el medicamento indicado. En este caso, al usuario no se le aplicaría el precio de referencia, sino únicamente el porcentaje propio a su condición.

Además de con las letras EQ, los medicamentos genéricos vendrán marcados con la sigla EFG (Especialidad Farmacéutica Genérica). De todas formas, llevarse un genérico no es siempre garantía de que su precio esté por debajo del de referencia. Por ejemplo, la caja de 35 comprimidos de aciclovir de 800 miligramos de los laboratorios Pharmagenus y MundFarma, un medicamento que se utiliza contra los herpes, está marcado en el BOE como un genérico con equivalente (EQ-EFG), y cuesta 21.830 y 23.268 pesetas respectivamente, mientras que su precio de referencia según el decreto es de 21.037 pesetas.

El precio de referencia se ha establecido mediante una media ponderada en la que se ha tomado en consideración el precio de venta al público actual de las especialidades (con la misma composición, la misma vía de administración y la misma dosis) y su cuota de mercado.Este sistema puede hacer que en presentaciones como algunas del aciclovir o la amoxicilina (que compone el clamoxyl), en las que hay un gran número de laboratorios que ofrecen diversas versiones del producto, el importe que el Ministerio de Sanidad recomienda sea más bajo que el precio de venta al público de los genéricos producidos por laboratorios que tienen una cuota de mercado pequeña.

Sanidad aduce que no ha tomado el precio más bajo posible para evitar monopolios y que la demanda colapsara la capacidad de producción de un laboratorio.

Tampoco existen precios de referencia para todos los 55 principios activos de los que hay en España medicamentos genéricos ya aprobados. En algunos casos, como el de la zidovudina (un fármaco contra el sida) porque éste es de disposición hospitalaria y no se vende en farmacias.

Aparte de las 590 presentaciones de esta primera lista, el BOE publica otra de 193 presentaciones que, pese a no ser oficialmente bioequivalentes a los que tienen precio de referencia por diferencias en el trámite de su registro o de su patente, tienen la misma composición, y que van a bajar su precio hasta ajustarlo al de referencia.

Todo esto servirá para que el sistema público de salud reduzca un 2% el billón de pesetas de su gasto farmacéutico del año pasado, un porcentaje muy pequeño debido, según el Instituto de Estudios Médico Científicos, a que la cuota de mercado de los genéricos es de apenas un 1,5% del total, muy poco comparado con el 25% a que llegan en Alemania o EE UU.

El ahorro podría ser mayor si los laboratorios decidieran bajar sus precios para que sus medicamentos pudieran seguir entre los recetados, según el director general de Farmacia y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad y Consumo, Federico Plaza. La decisión es "de carácter progresivo", y su impacto iría aumentando según aumente el número de genéricos en el mercado, explicó el responsable de la política de medicamentos.

El responsable de Farmacia calculó que el coste de la medida para los laboratorios será de 14.572 millones de pesetas. Esta cifra se ha obtenido "considerando que aquellas empresas con especialidades de precio superior al de referencia lo reducirán hasta ese nivel", aclaró Plaza.Los representantes de las asociaciones del sector farmacéutico no coincidían al evaluar la orden ministerial. Manuel Domínguez, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles, aseguró que los precios de referencia "no eran necesarios" para lograr la introducción de los genéricos en el mercado español, ya que los farmacéuticos hubieran colaborado igual con la Administración para respaldar su consumo, "incluso aunque no hubieran aumentado los márgenes sobre estos fármacos".

Domínguez puso como ejemplo el caso francés, donde los genéricos suponen un 34% del mercado y los farmacéuticos llevan a cabo las sustituciones "sin necesidad de mirar una tabla". "Allí no tienen precios de referencia ni los necesitan, puesto que el farmacéutico elige un genérico sin apellido ante la indicación que recibe del médico", apostilló.

Por su parte, Carlos Nicolás, de la patronal de farmacia, Farmaindustria, declaró que su asociación "no estaba en contra del decreto, aunque tiene que estudiarlo", y que únicamente "se pidió moderación al Gobierno a la hora de implantarlo, para evitar desequilibrios".

Con la calculadora en la botica

Farmacéuticos y usuarios tendrán que realizar varios cálculos a partir del 1 de diciembre cuando entre en vigor el decreto sobre precios de referencia de medicamentos. En función del fármaco que se quiera comprar, y del tipo de receta, las operaciones serán diferentes, lo que puede complicar la venta de las medicinas.

No cambia nada si el medicamento recetado no está en la lista del Ministerio publicada ayer: se paga el 40% del precio si la receta es ordinaria (verde), el 10% si el enfermo es crónico (con un tope de 439 pesetas) o nada los pensionistas (receta roja). Los medicamentos de la lista llevarán detrás de su nombre, escrito en negrita y separado por un guión, las siglas EQ, que indican que existe un bioequivalente. Tampoco cambia lo que se paga si el medicamento está en la lista, pero la presentación recetada tiene un precio de venta al público (PVP) inferior al de referencia.

Si la receta es para una presentación que cuesta más que el precio de referencia, que es el máximo que Sanidad subvenciona, habrá que empezar a calcular. Éstas son las operaciones para comprar 35 comprimidos de 800 miligramos de aciclovir marca Virherpes, que cuesta 29.012 pesetas y cuyo precio de referencia (PR) es de 21.037 pesetas.

- Receta ordinaria. El comprador debe pagar el 40% del precio de referencia (8.415) más la diferencia entre el PVP y el precio de referencia (7.975), lo que da un total de 16.390 pesetas. Si cambia por el genérico más barato (el del laboratorio Bayvit), que cuesta 19.549 pesetas, sólo pagará el 40% de este importe, o sea 7.820 pesetas, con lo que ahorrará 8.570 pesetas.

- Receta de pensionista. El enfermo deberá abonar la diferencia entre el precio de venta al público y el precio de referencia, 7.975 pesetas. Si compra cualquiera de los genéricos con precio inferior al de referencia, no pagará nada.

- Receta de enfermo crónico. El paciente pagaría la diferencia entre el PVP y el PR (7.975) más el 10% del precio de referencia (2.103), pero como el 10% es mayor que 439 pesetas, la Seguridad Social subvenciona el medicamento hasta ese precio, así que el total será 7.975 más 439, lo que da 8.414 pesetas. Si compra el genérico, pagará sólo las 439 pesetas, 7.975 pesetas menos.

- Enfermo crónico y precio de referencia inferior a 4.390 pesetas. Por ejemplo, 16 sobres de 500 miligramos de amoxicilina (clamoxyl) cuestan 658 pesetas. El precio de referencia es 614 pesetas. Pagará el 10% del PR (61 pesetas) más la diferencia entre PVP y PR (44 pesetas). Total, 105 pesetas. Si compra el genérico más barato (Normón), que cuesta 504 pesetas, pagará sólo 50 pesetas, menos del 50%.

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