Rusia e Israel figuran en la lista negra de 15 países que favorecen el blanqueo de dinero
El Grupo de Acción Financiera (GAFI), un organismo creado por el Grupo de los Siete (G-7) para luchar contra el blanqueo de capitales, hizo pública ayer una lista de 15 países y territorios acusados de consentir el blanqueo de dinero negro relacionado con la droga o el terrorismo. La lista incluye a Liechtenstein, Israel, Líbano, Filipinas, Rusia, República Dominicana, Panamá y diferentes islas y archipiélagos del Caribe y el Pacífico. Ésta es la primera vez que el GAFI, con sede en el mismo edificio de la OCDE de París, elabora un listado en el que acusa a países de favorecer el blanqueo.
El GAFI había preseleccionado a 29 países como supuestos paraísos para el lavado de dinero, pero ha reducido esa lista negra a sólo 15, y deja en sombra (o en una lista gris) al resto. Entre estos últimos se encuentran las islas britanicas del Canal de la Mancha (Man, Guernesey y Jersey), Gibraltar, Mónaco, Malta y Chipre, en Europa. La lista se completa con Antigua y Barbuda, Belice, Santa Lucía, Samoa y la isla Mauricio. En la lista negra que hizo pública ayer en París falta Mónaco, país que está en el centro de la polémica desde que una comisión de parlamentarios franceses criticase su complacencia con el dinero negro, así como la indirecta colaboracion de Francia, que aporta la plantilla de los jueces monegascos. En el informe tampoco figura el principado de Andorra. El examen de los expertos del Grupo de Acción Financiera (GAFI) reduce la lista a 15 países, aunque se considera que la influencia del Reino Unido en las esferas internacionales ha contribuido poderosamente a la exclusión de plazas financieras como Gibraltar, las Vírgenes o las islas del Canal.
Las normas del GAFI, una agencia creada por el G-7 que agrupa a 26 países ricos, a la Comisión Europea y al Consejo de Cooperación del Golfo, exigen que sus decisiones sean tomadas por unanimidad y por un proceso de contradicción, lo que en la práctica quiere decir que, por ejemplo, Reino Unido puede haber impedido que las islas del Canal aparezcan en la lista. En la comisión que decidió la lista negra, Francia presidía la parte europea, Japón la comunidad Asia-Pacífico; Estados Unidos, América, e Italia, Oriente Próximo y África.
Los criterios aplicados por los especialistas del GAFI se basan en la existencia o no de legislación en materia de lucha contra el lavado de dinero, no en el cumplimiento de la misma. Eso explicaría, por ejemplo, que Mónaco no aparezca en la lista. Otros países, como isla Mauricio o Samoa, han emprendido auténticas carreras contra el reloj durante las últimas semanas para conseguir la rápida aprobación de una legislación para presentar ante el GAFI y evitar así ser señalados como países en los que el blanqueo es fácil.
La lista del GAFI precederá a la que el próximo lunes hará pública la propia OCDE y que está dirigida a enumerar los países que compiten deslealmente con su fiscalidad rebajada para atraer capitales de otros. Con estos informes, la comunidad financiera internacional ha comenzado a actuar en la línea de tomar medidas contra el blanqueo. En el seno de organizaciones como el FMI, el Banco Mundial o la Unión Europea comienzan a oírse voces para confeccionar una lista negra que podría condicionar el acceso a préstamos internacionales a la asunción de prácticas financieras más transparentes y menos interesadas.
Francia, que desempeñará la presidencia de turno de la UE a partir de julio, ha hecho saber que hará de la lucha contra el blanqueo de capitales una de sus prioridades al frente de la Comunidad, y que pretende impulsar una directiva específica a este respecto. La directiva prevé ampliar el ámbito de las "actividades criminales serias", que deben ser investigadas fuera de las fronteras nacionales con nuevos supuestos, como el tráfico de armas. También ampliará las profesiones obligadas a hacer declaraciones de sospecha de actividades irregulares, lo que afecta a abogados o expertos en contabilidad.
La aparición de la primera lista oficial de "amigos del dinero negro" levantó ayer un buen número de reacciones. Los parlamentarios franceses críticos con Mónaco se consideraban defraudados por las cortas miras de los criterios del GAFI y también por su escasa incidencia -a excepción de Liechtenstein- en los grandes circuitos europeos de lavado de dinero. En ese sentido, los representantes japoneses se quejaban ayer de la dureza con los paraísos del Pacífico en comparación con la tolerancia hacia los refugios para el lavado de dinero negro del Viejo Continente. Aunque los políticos franceses coinciden en valorar los esfuerzos del GAFI como un primer paso.
La lista ha contribuido a estimular el sentimiento de agravio entre, por ejemplo, el principado de Liechtenstein y el de Mónaco, segun fuentes de Vaduz. O como ayer señalaban fuentes israelíes, a confundir la falta de legislación con la tolerancia y la colaboración con el lavado.
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