El ejemplo de papá Blair
Después de una semana de baja por el nacimiento de su cuarto hijo, el primer ministro británico, Tony Blair, tenía previsto reincorporarse hoy a su trabajo al frente del Gobierno laborista. Interpretada como un gesto simbólico, su corta ausencia no ha podido ser aprovechada por los sindicatos nacionales para apoyar la inclusión de todos los padres con hijos menores de cinco años en la normativa que regula los permisos de paternidad en el Reino Unido. Aprobada el pasado 15 de diciembre de 1999 sin efectos retroactivos, la misma es una de las más restrictivas de la Unión Europea. Las 13 semanas libres brindadas a los varones son sin sueldo y deben escalonarse a lo largo de los cinco primeros años de vida del nuevo vástago.
Tony Blair, que alegó en público tener un trabajo "especial" imposible de abandonar, ha intentado contentar con sus siete días libres a su esposa, Cherie, influyente abogada laboralista.
Los sindicatos, que esperaban ponerle de ejemplo a los empresarios, se han quedado, por el contrario, sin modelo.
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