Volker Schlöndorff desvela claves de la vida en la Alemania dividida 'Las leyendas de Rita' abre un ciclo de cine germano en Madrid
Una terrorista de Alemania Occidental obligada a cambiar de identidad y a refugiarse en la comunista RDA, historias de amores y desencuentros en un país dividido que en 1989 protagoniza la caída del muro de Berlín y la reunificación. Son los argumentos que tejen Las leyendas de Rita, del director Volker Schlöndorff, premiada en la última Berlinale y que abrió ayer un ciclo en Madrid sobre el cine alemán más reciente. "Una cinematografía ciega ante su pasado reciente", declaró Schlöndorff.
Uno de los directores germanos más importantes de las últimas décadas, responsable de películas como El joven Törless o Alemania en otoño, mostró su asombro por la "curiosa ceguera" de los intelectuales alemanes sobre su pasado reciente que ha marcado además la historia del final del siglo XX. "Resulta chocante", comentó Volker Schlöndorff (Wiesbaden, 1939), "porque la caída del muro o la reunificación están presentes siempre en los concursos de la televisión o en las conversaciones de la calle. Sin embargo, los últimos años no han alumbrado ninguna novela de categoría, ninguna gran película. En una palabra, son temas muy tratados en la realidad, pero muy poco en la ficción".Con un equipo procedente del Este y del Oeste, con actores formados en el teatro, integrantes de varias generaciones, y con el deseo explícito de dar acta de tolerancia y de comprensión, Las leyendas de Rita parte de personajes ficticios y de hechos verídicos. La protagonista -encarnada por Bibiana Beglau, que ayer acompañó en Madrid al director y que fue premio de interpretación femenina en la Berlinale de febrero- es una militante de la banda Baader-Meinhof que abandona las armas y rehace su vida, bajo identidades falsas, en la Alemania comunista.
Schlöndorff tuvo especial interés en mostrar en su película la vida cotidiana en Alemania oriental, "teñida de tópicos y de clichés, porque es cierto que era una dictadura, pero al mismo tiempo discurrían vidas sin perspectivas, pero apacibles y con margen para los sentimientos". Alineado en posiciones de izquierda, el cineasta subrayó las contradicciones de los dos personajes principales, dos amigas que aspiran a vivir en el país de origen de la otra. "Está bien que las dos actrices, Bibiana Beglau y Nadja Uhl, hayan compartido el premio de Berlín", observó con ironía. El cineasta negó que hubiera dulcificado la trayectoria de una antigua terrorista. "Una terrorista puede tener complejo de culpa, pero ir a la playa en biquini", añadió.
Relevo generacional
De estatura menuda, aire iconoclasta y verbo ampuloso, Schlöndorff representa las antípodas del alemán típico que invade las playas españolas todos los veranos. Satisfecho de hallarse en España, donde sus últimas películas o no se han visto o se han proyectado en circuitos minoritarios, el director comentó ayer con humor a un grupo de periodistas: "Mis filmes de éxito pasaron por las salas cuando la mayoría de ustedes eran niños".
Confía más el prestigioso cineasta en la renovación generacional de actores o de técnicos que en los nuevos realizadores, si bien resaltó que había una media docena de nombres interesantes en el cine germano. Al mismo tiempo rechazó que la industria cinematográfica alemana sea una sucursal de Estados Unidos. "Nuestra generación, la de Werner Herzog, Wim Wenders o Rainer Fassbinder, formaba parte de un movimiento muy politizado. Los jóvenes directores de hoy hacen su propio cine, con otros temas. Pero el movimiento está ahí y espero que cristalice".
De cualquier modo, Schlöndorff destacó la gran profesionalidad de los actores y los técnicos jóvenes que han intervenido en Las leyendas de Rita, una película que todavía busca distribución en España para el otoño. Se trata de dificultades que encuentra un cine alemán reciente, casi desconocido en este país. El ciclo, que ayer presentó Schlöndorff en Madrid, pretende cubrir estas lagunas que afectan a todas las cinematografías europeas.
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