Los jardines botánicos pasan de 'museos' a 'empresas de servicios'

Los jardines botánicos se han convertido en museos vivos y en empresas de servicios, además de sus funciones científicas y artísticas, según las intervenciones en el primer seminario sobre diseño de jardines botánicos, celebrado ayer en el salón de actos del Real Jardín Botánico de Madrid. Las ponencias se centraron en los trazados y colecciones botánicas modernas en Madrid, Barcelona, Córdoba, Alcalá de Henares y La Orotava.

La Asociación Española de Paisajistas, que cuenta con 150 socios, quiere reclamar con este seminario una formación universitaria y llamar la atención sobre su trabajo en la ordenación de los jardines históricos y en el trazado de las nuevas colecciones. Íñigo Segurola, que presentó el seminario, dijo que falta la figura legal del paisajista en las tareas urbanísticas públicas, y elogió el Jardín Botánico de Barcelona como "ejemplo mundial" dentro de un modelo de ciudad.La intervención de Leandro Silva, que en los años setenta coordinó la restauración del Real Jardín Botánico de Madrid, recordó la distancia entre un jardín ilustrado de Carlos III que hoy tiene 12.000 plantas y que estuvo a punto de desaparecer y los programas de educación ambiental y la conservación de especies en peligro de extinción que realizan los 16 jardines botánicos que hay en España. De "museos con plantas vivas" calificó Juan Armada, conservador del Botánico de Madrid, estos jardines, que requieren "personalidad, originalidad y conservación adecuada". Leandro Silva quiso recuperar con su proyecto las trazas originales en las terrazas y ritmo de fontines como un patrimonio artístico que se encontraba "maltratado".

Los bonsáis de Felipe

El paisajista Fernando Caruncho presentó el proyecto del jardín para exponer los 200 bonsáis del ex presidente Felipe González -en un lapsus dijo que era la colección de Felipe II-, que empezará a construirse en noviembre. Estará situado dentro del Botánico de Madrid, en el talud entre la parte posterior del pabellón Villanueva y el muro de la calle de Alfonso XII. El nuevo jardín -"inusual en el mundo"- se proyecta en 3.500 metros cuadrados, "con enorme humildad y discreción", para conservar una colección excepcional que une la cultura de Oriente y de Occidente. Este espacio abierto se presenta como un belvedere sobre las geometrías del botánico.

El director del Botánico de Córdoba, Esteban Hernández, llegó a la definición de "empresa de servicios" al comentar la trayectoria del jardín en 20 años, con preferencia por la función del mismo ante el diseño. Otros ejemplos fueron el Botánico de Barcelona (Carlos Ferrater y Bet Figueras en el equipo), con colecciones mediterráneas sobre un antiguo vertedero de Montjuïc; el de la Universidad de Alcalá de Henares (Rosendo Elvira, director) y la ampliación del de La Orotava (AMP Arquitectos).