El primer problema de salud pública en el mundo
El sida, la gran pandemia del fin de siglo, ha afectado hasta ahora a 34 millones de personas, según los cálculos más conservadores. Más de 23 millones de casos se han localizado en el África subsahariana. El año pasado fallecieron 2,6 millones de personas a causa del sida, y cada minuto se contagian seis menores de 25 años, según la ONU. España, con 200.000 personas infectadas, es el país de Europa con más incidencia relativa de contagios. El 58,8% de estos seropositivos son usuarios de drogas por vía intravenosa.Rafael Nájera Morrondo, jefe del área de Patogenia Viral del Centro Nacional de Biología Fundamental y presidente de la Sociedad Española Interdisciplinar del Sida, afirmó ayer en Oviedo: "Estamos empezando a controlar los países afluentes, consiguiendo alargar en calidad y cantidad la vida de los enfermos y convirtiendo una enfermedad incurable en crónica. Y estamos avanzando también en la prevención. Pero quedan por resolver los aspectos fundamentales. Sigue siendo una enfermedad incurable, y no tenemos una vacuna definitiva. El sida sigue siendo el primer problema de salud pública en el mundo".
Estructura compleja
Nájera explicó que el sida es "un virus especialmente complejo por su estructura, por su íntima relación con la célula y su variabilidad genética, que le hace ser cambiante. Puede ocurrir que dos virus diferentes infecten a una misma célula, y la progenie reciba las características de los dos virus originales".
Nájera, que fue el autor de la propuesta de galardonar a Montagnier y Gallo, advirtió ayer de que, "si no se controla el sida en los países en desarrollo, donde se localiza el 95% de los casos y donde la enfermedad aún está creciendo de forma geométrica, no controlaremos la epidemia en nuestros propios países, donde sí está reduciéndose la propagación".
Nájera recordó que, hasta tanto se desarrolle y ultime la vacuna preventiva, la humanidad tiene en su mano un método "eficaz, bastante barato y al alcance de todos" para defenderse de esta enfermedad: la prevención. Por ello pidió una gran decisión política para habilitar fondos, personal e infraestructura para extender los métodos preventivos al África subsahariana, India y el sureste asiático, donde se concentra el problema con mayor gravedad.
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