Reforzar los techos de los juzgados de Bilbao costará 40 millones

Las obras para reparar y reforzar los techos de los juzgados de lo Contencioso-Administrativo de Bilbao comenzarán a principios de la semana que viene, de manera que es posible que esa misma semana vuelvan a funcionar con normalidad, después de los dos desprendimientos de cascotes del techo que se produjeron el 28 de abril y el 6 de mayo. Las obras que el Departamento de Justicia se ha visto obligado a acometer en el nuevo Palacio de Justicia pueden costar hasta unos 40 millones de pesetas.El viceconsejero de Justicia, Javier Abrisketa, informó de que se reforzarán las bovedillas del edificio judicial con poliuretano M-1, un material resistente al fuego. La sede judicial, ubicada justo a los jardines de Albia, en el centro de Bilbao, fue reinaugurada en septiembre de 1998 tras una profunda reforma.

Los obreros trabajarán en turnos de mañana y tarde desde principios de la próxima semana. Primero se dedicarán a la segunda planta, que ha sido la afectada por los desprendientos y que en la actualidad está desalojada. El servicio en estos órganos jurisdiccionales se ha reducido al mínimo. De hechos, los asuntos más urgentes se atienden en este momento en la primera planta del Palacio de Justicia.

Bovedillas de 1950

Los trabajadores del Contencioso-Administrativo podrían, por tanto, reincorporarse a su trabajo la semana que viene, con lo cual el funcionamiento de esos juzgados se normalizaría.

La empresa de ingeniería LKS realizó anteayer por la tarde una inspección. Una vez concluida, los técnicos decidieron que es necesario reforzar todos los techos del edificio para evitar cualquier riesgo. La inyección de poliuretano tiene como objetivo que las bovedillas cerámicas no vibren y puedan caer, ya que éstas son antiguas. Pertenecen a la estructura original del Palacio de Justicia que fue construido en 1950.

Esta semana no ha sido posible comenzar a inyectar esa sustancia porque hay que traerla desde Barcelona. No obstante, su aplicación llevará unos cuatro días. "Trabajaremos por la noche si es necesario", aseguró el viceconsejero Abrisketa.

Abrisketa expresó su malestar por la actitud de los sindicatos ante este problema y por sus críticas a la consejería, a la que acusaron de haberles "ocultado" información sobre los desprendimientos -el primero se produjo en enero de 1999- y los informes elaborados por los expertos.

El viceconsejero de Justicia aseguró que los primeros en ser informados fueron los representantes de los trabajadores y rechazó las afirmaciones de éstos sobre que sólo se ha dado a conocer el diagnóstico de la inspección a los magistrados y secretarios de los juzgados de Bilbao. "El mismo lunes, sin hablar con el consejero [Sabin Intxaurraga], me reuní con los sindicatos y les leí el informe de cabo a rabo, les dije que podían coger apuntes y les dejé que lo leyeran in situ", aseguró.