Carlos Fuentes recoge en un libro parte de su narrativa mexicana El autor cree en el derecho a soñar el pasado

En una breve intervención, Carlos Fuentes resumió toda la historia de México. El escritor, que ha reunido fragmentos de toda su narrativa en Los cinco soles de México, memoria de un milenio (Seix Barral), cree que los pueblos tienen derecho a soñar su pasado: "No hay presente vivo o pasado muerto", aseguró ayer el autor en la presentación del libro, en la que además de hablar de literatura y política se declaró partidario de proseguir con los avances de la revolución de la mujer y celebró la renovación del panorama literario con la irrupción de narradores como Jorge Volpi.

A sus 72 años, muy bien llevados, Carlos Fuentes (Panamá, 1928) dejó claro que no piensa cambiar de chaqueta ni pasarse a la política. Fuentes defendió que la actitud del intelectual debe ser la de mantener vivas la imaginación y el lenguaje.Bronceado e impecable con su traje gris, sobre camisa clara y corbata azul marino, el escritor definió su nuevo trabajo como un intento de repasar la historia de su país, pero narrada desde el punto de vista de un novelista. En los 23 capítulos de Los cinco soles de México, Fuentes ha agrupado novela, teatro, ensayo, periodismo y discursos en lo que él mismo denomina "un género de géneros".

El premio Cervantes recurrió a una anécdota entre Frederick Forsyth y Gabriel García Marquez, con ocasión de la publicación de El día del Chacal, para defender que hay una verdad novelesca que nos proporciona otro lado de la historia. "Su novela contiene un grave error: el asesino no mata al general De Gaulle", le espetó García Márquez a un sorprendido Forsyth. Cuando éste le replicó que el sicario no había conseguido su próposito, el escritor colombiano apuntó que en "cien años ésa será la verdad". La opinión de Fuentes es que Dickens, Galdós o Balzac han contribuido, en buena medida, a crear la historia de Londres, Madrid o París. "La historia se basa en la lógica y la novela es plurívoca y se basa en la poética. Son dos verdades opuestas y puestas a dialogar al mismo tiempo".

En su memoria personal del milenio mexicano, Fuentes cree que su país, cuando alcanzó la independencia en 1820, decidió que había que cortar con la tradición indígena y el pasado opresor y copiar modelos de prestigio como el inglés o el francés. "Quisimos convertirnos en democracias instantáneas y acabamos creando repúblicas Nescafé", dijo. "Sólo a finales del siglo XX supimos los mexicanos quiénes éramos, pero ahora se nos presenta el desafío de aceptar la diversidad política, económica, cultural y sexual".

Fuentes, que calificó la conquista como un hecho traumático, elogió el papel desempeñado por los exiliados españoles que viajaron a su país al terminar la guerra civil. "Hemos enterrado los fantasmas del pasado". Entre los retos que Fuentes planteó para su país figuran la superación de la desigualdad y la injusticia y la extirpación del caciquismo. "Si no superamos ese abismo, el futuro no será brillante", apuntó.

El escritor, que apostó por la derrota del PRI (Partido Revolucionario Institucional) en las próximas elecciones que tendrán lugar en México en julio, no ha dejado fuera de su libro la revolución zapatista, a la que dedica un capítulo titulado El despertar. "El drama de Chiapas podría haberse paliado en parte con la intervención de un negociador inteligente como Adolfo Suárez o Felipe González". El autor de La región más transparente reclamó para el subcomandante Marcos una presencia política fuera de la selva.

Fotografías del hijo

Fuentes aprovechará su estancia en Madrid para asistir hoy a la presentación, en el Círculo de Bellas Artes, de la exposición Carlos Fuentes Lemus, retrato del artista adolescente, en la que se recoge lo principal de la producción de este fotógrafo y pintor que falleció a los 25 años.

Su padre, Carlos Fuentes; Salman Rushdie o Gregory Peck son algunos de los personajes retratados por el artista. "Tuvo una infancia dolorosa, pero muy pronto, de una manera más que intuitiva, como si su precocidad fuese un anticipo de la muerte y un acelerador de su vida creativa, concentró sus horas en el arte de las palabras, la música y las formas", asegura Fuentes sobre su hijo.