Sanidad insiste en que hace falta más sangre pese al aumento de donaciones
Aunque Álava es "el lugar del mundo con más donantes" por habitante, pese a que las donaciones aumentaron en el País Vasco en el primer trimestre de este año de manera significativa respecto al mismo periodo del año pasado, no hay que lanzar las campanas al vuelo. Para satisfacer la creciente demanda de sangre y tener buenas reservas hace falta que 20.000 personas más donen regularmente. Es el mensaje que ayer lanzó, mirando sobre todo a los jóvenes, el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán.
El Departamento de Sanidad pretende captar 20.000 nuevos donantes de sangre regulares. Ahora suman unas 70.000 personas las que tienen por hábito acercarse a dar sangre. En otras palabras, si este colectivo representa en este momento el 3,4% de la población de la comunidad autónoma, la consejería se ha marcado el objetivo de que crezca hasta alcanzar entre el 4% y el 5%. El consejero dirigió su llamamiento principalmente a los jóvenes. Sanidad considera conveniente que sea de entre los más jóvenes de dónde salga esos nuevos donantes que, a un ritmo del 15% anual, estima la consejería, permitan "seguir garantizando a los ciudadanos vascos la autosuficiencia y seguridad en la sangre".
El índice de donaciones en Euskadi es de 43 por cada mil habitantes al año. O sea, siete puntos por encima de la media española. El consejero subrayó la necesidad de no dejarse llevar por lo que a primera vista apuntan los datos. Las donaciones lograron salvar la vida el año pasado a 2.000 personas que en condiciones de extrema urgencia se les hizo una trasfusión. Sanidad no quiere descuidar las reservas.
Varios son los motivos de que, pese al incremento de donaciones, las necesidades de sangre y sus derivados no estén cubiertas al cien por cien en los centros sanitarios vascos. Las operaciones que se realizan son cada vez más complejas, la cantidad de pacientes atendidos también se incrementa y, además, la selección de los donantes es cada vez más rigurosa. Este último hecho, señaló Inclán, dificulta bastante la captación de nuevos donantes.
Ibarretxe no pudo
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, fracasó ayer en su intento de predicar con el ejemplo. También el consejero de Justicia, Sabin Intxaurraga. Ambos fueron rechazados en el cuestionario previo a la extracción de sangre porque estaban en tratamiento de antibióticos. Quienes sí donaron sangre fueron Inclán y su colega de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, Patxi Ormazabal, y varios funcionarios de Lehendakaritza.
Más de 25.000 donaciones de sangre hicieron los vascos durante los tres primeros meses de este año. Esta cantidad supone un 13,5% más que las realizadas entre enero y abril del año pasado en el conjunto de la comunidad autónoma, según datos de la consejería de Sanidad.
Ha habido incremento en las tres provincias, pero con diferente intensidad. Vizcaya, con una subida del 17%, es donde mayor ha sido, seguido de Álava (14%) y Guipúzcoa (9,5%). Las 6.168 donaciones que hubo en Álava en el primer trimestre de este año le convierte en "el lugar del mundo con más donantes" por habitantes. Los hombres pueden donar hasta cuatro veces al año y las mujeres, tres. Los menores de edad y los mayores de 65 tampoco son admitidos.
Dos comunidades autónomas vecinas, Navarra y Cantabria, ocupan el primer y segundo puesto en la clasificación de donantes por habitante, según los datos que maneja la Federación Nacional de Donantes de Sangre.
Hacer un llamamiento para donar sangre en vísperas de los periodos vacacionales -cuando la gente viaja, aumentan los accidentes de tráfico, las necesidades de sangre crecen y las reservas se resienten- se ha convertido en una tradición. Además, el Día Mundial de la Donación se celebró la semana pasada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.