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La UE presenta tres biomateriales para reparar los huesos, la piel y otros tejidos

Los científicos esperan reducir a la mitad las operaciones motivadas por problemas óseos

La UE presentó ayer los resultados de cuatro proyectos para obtener, gracias a la ingeniería de tejidos, materiales biológicos que pueden implantarse en el cuerpo sin provocar rechazo inmunológico. En el caso de los huesos, el programa permite modelar en el laboratorio el tejido óseo (procedente de células de los propios pacientes) hasta conseguir la forma necesaria para sustituir el hueso dañado. Esta técnica permitirá reducir a la mitad las operaciones motivadas por problemas óseos. Bruselas aporta 1.400 de los 2.400 millones de pesetas que cuestan estos programas.

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La discapacidad física y la edad están estrechamente ligadas. Si durante los 10 primeros años de vida de una persona la necesidad de sustituir partes del cuerpo dañadas o enfermas es casi nula, cuando se alcanzan los 90 años hasta un 60% del cuerpo necesita un recambio. Entre las personas ancianas, con frecuencia hay que sustituir algunos órganos o huesos para que puedan seguir viviendo y aliviar su sufrimiento. El objetivo de los biomateriales es precisamente mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, salvar vidas, reducir su sufrimiento y contribuir a mejorar la calidad de vida.Los biomateriales son una nueva generación de componentes orgánicos e inorgánicos compatibles biológicamente con el cuerpo humano y que se utilizan para reparar o reemplazar un tejido natural defectuoso, como huesos, piel y, en un futuro, tejidos de órganos como el hígado o los riñones. Los científicos dejan claro que en el proceso de su fabricación "no se produce ninguna manipulación genética".

Los biomateriales son una alternativa a las prótesis de titanio, cobalto o polietileno que se utilizan en la actualidad en los implantes y que tienen un uso muy limitado. Tienen además el valor añadido de que se integran mejor en el cuerpo humano y permitirán reducir el gasto sanitario.

- Huesos. El Proyecto Isobone nació hace dos años y pretende desarrollar una técnica que se conoce como osteovitrotecnología para la obtención de tejido óseo vivo. Cerca de 10 millones de pacientes podrían beneficiarse de esta técnica, en su mayoría ancianos afectados por rotura de cadera.

Cada año se implantan en todo el mundo 750.000 prótesis de cadera. El porcentaje de éxito de las intervenciones es del 60%, porque las prótesis no se adaptan bien. A las intervenciones de cadera hay que añadir otras 500.000 de rodilla, lo que demuestra la envergadura del problema. Las operaciones van en aumento con el envejecimiento de la población.

Con la nueva técnica podrá reducirse a la mitad el número total de intervenciones. Lo que se hace es extraer del propio paciente la sustancia de los huesos necesaria para desarrollar en el laboratorio el tejido vivo. La sustancia se utiliza después para hacer las prótesis que se implantarán en la parte del hueso que se quiere sustituir o para recubrir prótesis mecánicas.

La ventaja de esta tecnología es que desaparecen los riesgos de infecciones, se anula el rechazo y se incrementa la movilidad de la estructura. El tejido óseo nuevo sigue creciendo tras el implante. "El hueso tiene la propiedad única de que es duro y blando a la vez. Aquí está la dificultad: en mimetizar esta cualidad y dar un carácter dinámico, flexible, a las prótesis óseas gracias a la biomedicina", explicó Clemens van Blitterswijk, uno de los responsables del proyecto. Ya se han realizado experimentos en conejos y seres humanos con éxito en la formación de hueso (www.isotis.com).

- Piel. El proyecto de la profesora italiana Alessandra Pavesio mejora las técnicas de obtención de piel en el laboratorio para la reconstrucción de este tejido incorporando biomateriales obtenidos con técnicas textiles. Se trata de conseguir una estructura biodegradable que permite crear una matriz en la que se integran las células. A partir de células del propio paciente se crea una dermis y una epidermis natural en dos fases que se acoplan perfectamente a las zonas alrededor del trasplante y que no provocan rechazos ni infecciones.

Un 1% de la población sufre úlceras en las piernas, principalmente como consecuencia de la diabetes, y cada año se registran 50.000 casos de quemaduras graves en todo el mundo que provocan la muerte en el 10% de los casos. Con esta técnica, en menos de dos meses se recupera el tejido y se cubren las heridas. En Italia se han realizado más de 1.600 trasplantes de este tipo.

- Riñón e hígado. El proyecto más complejo es el que presentó el profesor alemán Thomas Groth para crear, gracias a la combinación de biomateriales, tejidos y células, membranas que se podrán utilizar para crear órganos artificiales como riñones e hígados.

La diálisis es indispensable para cientos de miles de europeos, y, además de los imperativos prácticos, el coste sanitario es importante (más de ocho millones de pesetas anuales por paciente). El proyecto está en fase muy preliminar, pero abre posibilidades para reducir el número de trasplantes (www.gkss.de).

- Maquetas. El Proyecto Phidias construye maquetas tridimensionales exactas de la anatomía del paciente para que los médicos puedan ensayar previamente sus intervenciones. Esta técnica ayuda también a crear implantes óseos y evita en la gran mayoría de los casos una segunda intervención (www.materialise.be).

Europa busca técnicas para tomar la delantera a EE UU

La presentación en Bruselas de los cuatro proyectos sobre biomateriales pone de manifiesto los esfuerzos que están realizando los científicos europeos para encontrar técnicas y materiales alternativos a los que se desarrollan en EEUU para sustituir o reparar los tejidos y órganos dañados. La ventaja de los proyectos europeos es que se consiguen y cultivan en laboratorio tejidos naturales para uso terapéutico obtenidos del mismo paciente. "Hay que reconocerlo, necesitamos crear en Europa una industria competitiva a nivel mundial en el desarrollo tecnológico en el ámbito de la salud y de los biomateriales", declaró ayer el comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin. La Comisión Europea reitera la importancia de crear un espacio único de investigación para que la UE pueda ponerse a la cabeza en la medicina.

Los cuatro proyectos han sido concebidos y diseñados por centros de investigación, empresas y universidades en diferentes países europeos. "La UE está a la zaga de EE UU", reconoció la profesora Pavesio, aunque los científicos europeos son conscientes del valor añadido que puede aportar la tecnología europea para ser líder en el sector de la ingeniería de tejidos.

La Comisión Europea destaca el potencial tecnológico de futuro de los biomateriales, y con fondos del presupuesto comunitario se están financiando proyectos en este campo para acelerar el paso de la antigua a la nueva economía, que en el caso de estos cuatro trabajos alcanza los 8,5 millones de euros (1.400 millones de pesetas). "Tenemos que fabricar rápidamente productos con un enorme valor añadido a partir de los conocimientos que tenemos en la UE", afirmó el director de competitividad en la Comisión, Enzio Andreta.

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