La colecta para la fianza causa tensión en la URV
"Ante la imposición de una fianza de un millón de pesetas al rector de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y a iniciativa de un grupo de profesores, se ha abierto una cuenta corriente para cubrir este gasto. Cuando se llegue a esta cifra se cerrará la cuenta. Ésta es una iniciativa abierta a aquellos y aquellas que forman parte de la comunidad universitaria". Así reza un comunicado de la URV que no resultaría igual de polémico si esta universidad no fuera pública (por lo que el Estado sería el responsable civil subsidiario) y si la comunidad docente no hubiera recibido el mensaje mediante correo electrónico. La colecta permite que todos los profesores puedan ser etiquetados como contrarios o favorables a la "la causa del catalán", en función de si se adhieren o no a ella. Una cuestión que hasta ahora, pese a la polémica creada por la demanda de una profesora contra el rector Lluís Arola o la suspensión judicial del Reglamento de Usos Lingüísticos del Catalán, no había generado problemas en el equipo docente. "El grupo de profesores" que firma la apertura de la cuenta corriente ha enviado por correo electrónico la petición a todos los docentes de la URV, lo que posibilita que los primeros (sin identificar) puedan enterarse de quién se adhiere a la causa del rector y quién no. Algunos profesores se han sentido molestos por "semejante tarea fiscalizadora", especialmente los que, precisamente por haber tratado de mantener una postura de conciliación y entendimiento entre los departamentos de Filología Hispánica y Filología Catalana, ahora se encuentran en el punto de mira. "Si te adhieres, eres un rastrero que busca méritos, y si no, todo lo contrario, un españolista", explicó ayer un profesor que prefirió, dadas las circunstancias, permanecer en el anonimato.
La comunidad educativa de la URV está especialmente molesta por la dimensión extraordinaria que están adquiriendo los acontecimientos, según indican varios profesores, quienes subrayan que nadie hubiera imaginado que un rector pudiera verse imputado por un delito de prevaricación y con una petición de pena de ocho años de inhabilitación "en un campus en el que nunca se han registrado problemas, ni lingüísticos ni de ninguna clase".
La inquietud de los profesores se debe a que se ven obligados a encuadrarse en posturas radicales que no comparten, sea la causa nacional-lingüístico-catalana, sea el vidalquadrismo recalcitrante. Es algo a lo que se niegan porque en la Universidad Rovira i Virgili no ha existido, ni en las pruebas de selectividad ni en el desarrollo habitual de las clases, otro problema que el denunciado. Temen que la extensión del conflicto pueda escindir definitivamente a la comunidad educativa. En el mismo sentido se pronunciaron ayer los representantes estudiantiles en el claustro, que decidieron hacer una sentada en apoyo al rector. La protesta fue decidida en una asamblea celebrada en la Facultad de Letras a la que asistieron poco más de 60 alumnos de los más de 2.500 que hay matriculados en la universidad.
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