Martín Largo narra una tragedia moderna de amor y venganza
Es todo lo contrario a un escritor compulsivo y se mantiene deliberadamente al margen de los focos literarios. Pero tanto la crítica como sus lectores, que no son multitudinarios, aprecian de José Ramón Martín Largo (Toledo, 1960) la atmósfera íntima y cómplice que traslada en sus libros y su pulida escritura. En su tercera novela, que presentó ayer, La noche y la niebla (Alfaguara), este meticuloso autor sigue fiel a dos obsesiones: una elaborada estructura narrativa, deudora de Faulkner y Mann, y una leyenda medieval sobre Raquel, una judía asesinada por sus amoríos ilícitos con el rey Alfonso VIII. Una fatal circunstancia que enlaza con la leyenda de Raquel, la única constante literaria que hay en España acerca de la cuestión judía y de la que existen unas veinte versiones, explicó Martín Largo, que vuelve a este asunto tras El añil (1997), una novela de aventuras con trasfondo social entre judíos, musulmanes y cristianos.
"Existen muchos aspectos desconocidos, deliberadamente, de la historia de España, y uno de ellos es la presencia y ausencia de la cultura judía en su historia, un conflicto español un poco esquizofrénico, que sigue hoy de actualidad", declaró el autor, refiriéndose a los recientes conflictos en El Ejido.
José Manuel Caballero Bonald acompañó ayer a Martín Largo. Y contó sorprendido el gran descubrimiento del autor tras leer La noche y la niebla. "No soy crítico y no tengo por qué leer todo, pero esta vez me he encontrado con literatura en estado puro, con una narración que concentra los detalles como en una novela negra intelectualizada", dijo el escritor. "Su dominio estilístico y su talento me recuerda a Benet y al Muñoz Molina de Beltenebros"
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