Un grupo de científicos analiza el ADN de los habitantes de Pompeya Intentan dibujar el mapa genético de los pueblos mediterráneos

Un grupo de científicos italianos de la cátedra de Biología Molecular de la II Universidad de Nápoles se ha propuesto dibujar el mapa genético y de las enfermedades de los antiguos pueblos del Mediterráneo. Para ello lleva cuatro años analizando el ADN obtenido de los huesos de los habitantes de Pompeya que quedaron sepultados por la erupción del Vesubio en el año 78.

El equipo, dirigido por Antonio Cascino, Marilena Cipollaro y el antropólogo australiano Maciej Hanneberg, se ha centrado, por el momento, en el análisis de las muestras de ADN de los esqueletos exhumados durante las excavaciones arqueológicas realizadas en la zona en 1956 de los 13 habitantes de una casa que perteneció al pompeyano Cayo Junio Polibio. Sus inquilinos, entre ellos un niño aún por nacer, murieron asfixiados por los gases de la erupción del Vesubio en el año 78. Los análisis han demostrado que los restos de otros dos individuos de la casa correspondían a romanos de etnia caucásica y de una considerable altura, lo que choca con la creencia hasta ahora generalizada de que los romanos eran todos de baja estatura. Una creencia que llevaba a clasificar los huesos de las personas altas como esclavos o siervos provenientes de África.Los científicos italianos han iniciado ahora el estudio de las posibles enfermedades genéticas conservadas en el ADN de las 13 víctimas de la catástrofe y de la eventual presencia de patógenos de otras enfermedades como las bacterias de la tuberculosis o los genes de la talasemia, un tipo de anemia hereditaria que se presenta preferentemente en los individuos de la zona mediterránea. Entre los objetivos de los investigadores figura el de conocer las relaciones de parentesco entre los habitantes de la casa de Cayo y los habitantes de las faldas del Vesubio.