_
_
_
_

El Papa lamenta el odio antisemita de los cristianos pero no pide perdón

El papa Juan Pablo II reconoció ayer la gravedad de la "terrible tragedia" del Holocausto, que "nadie puede olvidar", en el memorial dedicado en Jerusalén a los millones de judíos aniquilados en los campos de concentración nazi. El Pontífice reiteró la profunda tristeza de la Iglesia católica por el "odio, persecución y las manifestaciones de antisemitismo dirigidas por los cristianos contra los judíos en cualquier tiempo y lugar". Pero no pidió perdón.

La visita al Yad Vashem (literalmente un lugar y un nombre), ante la práctica totalidad de las autoridades israelíes, representó ayer el momento culminante del viaje del Papa a Tierra Santa. Al menos para el Estado judío, que funda sus raíces en el drama de la Shoah. Karol Wojtyla llegó pasado el mediodía al lugar donde se alza el memorial fundamental de Israel y fue acogido por el primer ministro, Ehud Barak. En el llamado Vestíbulo del Recuerdo, un sobrecogedor espacio casi en penumbra donde arde constantemente una llama en memoria de las víctimas, el Papa permaneció unos segundos en silencio. "Silencio porque no hay palabras lo suficientemente fuertes para deplorar la terrible tragedia de la Shoah", diría después en su discurso. El Pontífice rindió tributo en sus palabras a los millones de judíos muertos en el Holocausto, pero no mencionó la palabra perdón, al contrario que en la ceremonia solemne que él mismo presidió el 12 de marzo pasado. Fue un discurso en el que subrayó, además: "Sólo un mundo en paz, con justicia para todos, podrá evitar que se repitan los errores y los terribles crímenes del pasado". Palabras que no complacieron al gran rabino askenazi de Israel, Meir Lau, que esperaba una mención clara al silencio de Pío XII durante las persecuciones nazis a los judíos de Europa. Sin embargo, para el Gobierno de Israel, comenzando por Barak, la presencia de Karol Wojtyla en el Memorial a las víctimas del Holocausto significa un punto de inflexión en el tortuoso camino de reencuentro entre la Iglesia católica y el pueblo judío.

La de ayer fue una apretada jornada para el Papa, que hizo las visitas de rigor a los dos grandes rabinos de Israel y al presidente Ezer Weizman y presidió un encuentro, parcialmente fallido, entre las altas jerarquías judías, cristianas y musulmanas. En él se produjo un momento de tensión cuando el rabino Lau agradeció al Pontífice "el haber reconocido Jerusalén como capital de Israel", algo que el Papa no ha hecho. Las protestas de alguno de los asistentes se vieron reforzadas por la intervención, durísima, del jeque musulmán. Por la mañana, el Papa celebró una misa en la sala superior del Cenáculo de Jerusalén, actualmente propiedad del Estado de Israel, que fue origen ayer de numerosos rumores, según los cuales estaría a punto de ser cedido a la Iglesia católica a cambio de recuperar como sinagoga la iglesia de Santa María la Blanca de Toledo. Los rumores, propagados por los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, fueron enérgicamente desmentidos a este periódico por una alta fuente del Ministerio israelí de Exteriores.

Más información: www.yad-vashem.org.il

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_