La planta de lindane no elimina aún el residuo a la velocidad prevista
La primera planta de tratamiento del lindane puro del mundo, ubicada en Barakaldo y en funcionamiento desde julio pasado, no ha logrado aún los niveles previstos de eliminación del pesticida, que se sitúan en una tonelada a la hora. Durante febrero se han desintegrado 54 toneladas y en lo que va de mes, cerca de 34. La sociedad ambiental pública Ihobe señaló que la planta cumple las previsiones "y la eliminación será progresiva. Dentro de seis meses se estará por encima de la tonelada, con los que a los dos años de funcionamiento se habrá alcanzado la media de una tonelada por hora", dijo un portavoz de Ihobe.Los datos de eliminación del lindane mediante el tratamiento químico BCD contrastan con el anuncio hecho por Ihobe en la comisión municipal de seguimiento de la planta de que desde el 8 de febrero comenzaría la plena producción, con la depuración de una tonelada cada hora. "El ritmo se incrementará y a día de hoy ya hay 120 toneladas destruidas. Todo va perfectamente", aseguró la sociedad ambiental.
El tratamiento de eliminación prevé la obtención por cada kilo de lindane de 625 gramos de triclorobenceno -que se cederá gratuitamente para su comercialización a una empresa francesa- y casi 300 de sal común, que se depositarán en un río que atraviesa la zona. Según el balance difundido por Ihobe, hasta febrero se han generado 37.081 litros de triclorobenceno y 284 metros cúbicos de salmuera. En cambio, no aparecen datos de los bidones de residuos generados ni los controles de calidad del triclorobenceno residual producido.
La planta de Barakaldo tiene el objetivo de eliminar las 5.000 toneladas de HCH (residuos de lindane) puro que se acumulan en lo que fue Bilbao Chemicals, una de las dos empresas que desde 1947 a 1987 fabricó este pesticida y vertió incontroladamente sus residuos hasta que empezó a guardarlos en la misma factoría. La habilitación de la planta, situada al lado de la autovía a Santander, ha costado 1.400 millones de pesetas (8,5 millones de euros) y ha sido subvencionada en un 80% por la UE.
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