El Parlamento propone apoyar a las familias con enfermos de Alzheimer con ayudas fiscales

Las familias que cuidan a enfermos de Alzheimer tendrán ayudas fiscales y facilidades laborales, según acordó ayer la Comisión de Sanidad del Parlamento vasco con el voto a favor de todos los partidos, excepto de EH y de IU, que no estuvieron presentes en la votación. Estas son algunas de las medidas que recogerá el plan de atención integral a la enfermedad de Alzheimer, que será elaborado por las instituciones (Gobierno, diputaciones y ayuntamientos), asociaciones de enfermos y profesionales del sector para hacer frente al problema en los próximos diez años.

En la actualidad, en el País Vasco existen más de 30.000 enfermos de Alzheimer, de los cuales 10.000 se encuentran en el estado más avanzado de la dolencia. Esta enfermedad se manifiesta primero con una ligera pérdida de memoria, luego con dificultades del lenguaje y, en su fase más crítica, con la pérdida de capacidades intelectuales y de la orientación. No reconocen a las personas más allegadas, lo que les lleva a no poder valerse por si mismas. Al tratarse de una demencia no existe curación, por lo que el mayor desgaste recae en las familias que deben cuidar al enfermo. Afrontar los problemas sanitarios y, sobre todo, sociales derivados de esta patología es uno de los principales retos políticos de un futuro ya inmediato, según reconocieron ayer los partidos en la Comisión de Sanidad. El debate llegó al Parlamento a través de una proposición no de ley presentada por el PSE, que fue transaccionada por PNV, EA, PP y UA.

El primer compromiso adquirido por los partidos es encomendar al Departamento de Sanidad y a la Viceconsejería de Asuntos Sociales la elaboración de un informe de situación que estime el número de casos nuevos que pueden ir apareciendo hasta el año 2010. También analizará las necesidades de todo tipo que presentan los enfermos y las familias cuidadoras, de cara a procurar su atención en su medio habitual, y revisará la oferta asistencial social y sanitaria existente ahora en cada una de las provincias.

Una vez que esté listo el informe, el Parlamento elaborará, en coordinación con las demás instituciones, asociaciones de afectados y profesionales del sector, un plan de atención al Alzheimer inspirado en dos pilares. Por un lado, los poderes públicos se comprometen a poner más recursos en la atención a las necesidades de los enfermos y de sus cuidadores. En segundo lugar, concienciarán a las familias para que se preparen ante la aparición de enfermos en su seno y para reequilibrar la carga asistencial, es decir que no recaiga exclusivamente en las mujeres, como suele ser habitual.

Los partidos hicieron hincapié en la importancia de contar con un plan estratégico para que las instituciones sean capaces de dar respuesta, al menos durante los próximos diez años, a un problema que amenaza con ir a más. Mientras el número de jóvenes desciende en el País Vasco por la escasa natalidad, la cifra de mayores de 65 años crece debido al progresivo envejecimiento de la población y a que la esperanza de vida en Euskadi es ya de 75 años para el hombre y de 83 para la mujer, es decir, supera los objetivos que se había fijado el Departamento de Sanidad para el año 2000. Según los datos de Sanidad, al menos un 10% de los mayores de 65 años padece lesiones cerebrales relacionadas con la demencia senil. Un 75% de esas lesiones se cataloga como enfermedad de Alzheimer.

La representante del PSE Gemma Zabaleta, autora de la propuesta original, destacó que se trata de una enfermedad que además de las sanitarias, tiene "graves" consecuencias sociales en las familias que se ven "desbordadas" ante este acontecimiento. "La sociedad tiene que 'cuidar a los cuidadores'", señaló. La parlamentaria del PNV Gema González de Txabarri calificó de "necesidad imperiosa" la elaboración del plan; el portavoz del PP, Ricardo Hueso, resaltó la conveniencia de que intervengan las asociaciones de afectados, y Pablo Mosquera, por Unidad Alavesa, animó a orientar las prioridades del gasto público a paliar los efectos de la enfermedad.