El Instituto Pasteur desvincula a la fábrica Sapar del brote mortal
Contra lo que suponían inicialmente las autoridades sanitarias francesas, el brote de listeriosis que ha causado ya 7 muertos y 23 enfermos graves no proviene de los productos elaborados por la empresa Sapar. Los análisis del Instituto Pasteur, facilitados a última hora de la tarde de ayer, han mostrado que la cepa de listeria causante de la enfermedad es diferente a la detectada en los productos e instalaciones industriales de esa sociedad. Las investigaciones ahora se dirigen hacia las otras diez empresas francesas de charcutería que comercializan sus productos en las regiones en las que ha aparecido la infección y sobre las que aún no se ha levantado la alarma.El Gobierno francés mantiene, pese a todo, la retirada del mercado de los productos de Sapar, puesto que ha quedado demostrado que contienen igualmente listeria, si bien de características diferentes a la que ha causado la contaminación. De los 25 productos de Sapar analizados por los expertos, 10 contenían dosis elevadas de esa bacteria.
Inquietantes prácticas
Las investigaciones de estos días han puesto de manifiesto, en cualquier caso, el inquietante comportamiento de la empresa Sapar. Según una antigua empleada sindicalista, despedida hace dos años, la empresa volvía a colocar en el mercado los productos, patés y lenguas de cerdo en gelatina que los centros de distribución devolvían por haber sobrepasado la fecha de caducidad. La única operación consistía en sustituir los envases originales por otros con una nueva fecha de caducidad.
Además de listeria en dosis considerables, los servicios veterinarios que inspeccionaron la fábrica de Sapar en Meaux, departamento del Seine et Marne, descubrieron durante las inspecciones de los días 28 de enero y 11 de febrero la presencia de productos animales prohibidos para el consumo. Por si fuera poco, la fábrica se incendió misteriosamente el lunes, 48 horas después de que las autoridades francesas dieran la alarma sanitaria. Aunque algunos directivos y empleados han declarado haber sido testigos de cómo el fuego se propagaba a partir de las lámparas de neón de la factoría, los investigadores policiales desconfían.
El presidente de la compañía, Roger Auger, fue trasladado ayer a la comisaría local para ser interrogado por el incendio, así como sobre las medidas de seguridad sanitarias de la empresa. Esta misma fábrica, destruida por el fuego, fue cerrada a primeros de este mes y teóricamente desinfectada, después de que las autoridades austriacas detectaran elevados índices de listeria en uno de los productos exportados por Sapar a ese país. En Francia, la epidemia de listeria se da oficialmente por concluida.
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