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Patricia Ferreira recuerda la memoria colectiva de España

Jesús Ruiz Mantilla

Anteayer fue un gran día para Patricia Ferreira. Esta directora madrileña, devota espectadora de festivales de cine, cumplió un sueño al presentar en la sección Panorama de la Berlinale su primera película, Sé quién eres. Lo hizo en una sala abarrotada que aplaudió al final de la proyección y en la que el público tuvo ocasión de preguntar lo que le viniera en gana acerca de la pérdida de memoria colectiva que, a juicio de la directora, sufre España. "He venido muchas veces a esta sección del Festival de Berlín como espectadora y es donde he visto algunas de las mejores películas de mi vida. Muchas veces, mientras rodaba Sé quién eres, me puse en el lugar de los que estáis ahora en esas butacas para que me saliera mejor", aseguró esta debutante en la dirección cinematográfica.Ferreira simboliza la tesis de la pérdida de memoria en el protagonista de la película, un paciente de un psiquiátrico que sufre el síndrome de Korsakov, una enfermedad que afecta a la memoria inmediata de sus actos. El actor argentino Miguel Ángel Solá y la reciente ganadora de un Goya, Ana Fernández, que lo obtuvo por Solas, acompañaron a Ferreira en el estreno de este filme rodado como un thriller en el que Paloma, la psiquiatra interpretada por Fernández, ayuda a encontrar su memoria a Mario. Entre el público invitado a recordar se encontraba el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés y el embajador español en Alemania, José Pedro Sebastián de Erice, que previamente a la proyección habían ofrecido una recepción en las inmediaciones de la sede del festival a la que acudieron los miembros del equipo de Sé quién eres y los de Segunda piel, que se proyectó el mismo día en la misma sección, también con buena acogida. Jordi Mollá, Javier Bardem y el productor Andrés Vicente Gómez se dejaron ver por allí, lo mismo que Marisa Paredes, miembro del jurado de la Berlinale.

Abuela argentina

Solá dijo que había aceptado trabajar en Sé quién eres, entre otras cosas, por los paralelismos de las guerras sucias que vivieron España y Argentina a finales de los setenta. "Son hechos que de ninguna manera se pueden olvidar", dijo. Pese a que la historia es ficticia y nada por las cloacas del Ejército y la policía en aquellos años, Ferreira aclaró: "Estos hechos no ocurrieron, pero son totalmente verosímiles".

Para acabar de refrescar recuerdos que no deben quedar impunes, también asistió a la proyección de la película la presidenta de las abuelas de la Plaza de Mayo argentinas, Estela de Carloto, que en estos días ha estado en Berlín ayudando a promocionar el documental Botín de guerra, de David Blaustein, un duro relato sobre los niños arrancados a sus familias que será programado el mes que viene en TVE. De Carloto comentó que, con el nuevo Gobierno argentino, "estamos esperanzadas en que se pueda aclarar más del pasado".

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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