Una persona intentó subastar un riñón a través de Internet. El vendedor contactó con la empresa para pedir el mantenimiento de su oferta

La primera compañía de subastas por Internet de España, radicada en Vitoria, detectó e impidió en la madrugada del jueves al viernes pasado la subasta de un riñón, que una persona ofertaba, con un precio de salida, en su página web. La empresa Aucland, por cuya iniciativa se conoció ayer lo sucedido, suprimió el anuncio y puso el hecho en conocimiento de una unidad especializada de la Guardia Civil, a la que hoy entregará toda la documentación sobre el particular, incluida la identidad de la persona en cuestión. Portavoces de la empresa calificaron el hecho de "lamentable" y eludieron precisar ningún dato sobre la persona que ofrecía su riñón, ni el lugar de España desde el que se insertó el ofrecimiento. Las mismas fuentes indicaron que se trata de la primera vez que se produce un hecho de estas características en España, aunque sí se han dado varias veces en Estados Unidos.Aucland opera desde el 15 de noviembre pasado y es la primera empresa española de subastas por Internet, tanto en número de usuarios como de productos. Su sede central y financiera está en el Parque Tecnológico de Miñano y tiene oficinas en Madrid y Barcelona, con un total de 50 empleados. Pertenece a un grupo con presencia en Francia, Gran Bretaña y Alemania y accionariado en compañías latinoamericanas.

Según fuentes de la empresa, el anunció permaneció durante sólo una hora en la red, entre las 11.10 y las 12.10 de la noche del jueves pasado. La casualidad quiso que uno de los doce empleados que revisan diariamente todas las ofertas de nuevos productos incluidas en la página conectara con ella a esa hora. De otro modo, el ofrecimiento habría permanecido en la red al menos diez horas, dado que la revisión empieza a realizarse a las nueve de la mañana. Advertidos, los responsables de la empresa, retiraron de inmediato la oferta.

La venta habría resultado imposible, ya que los usuarios de la página no se pueden poner en contacto entre sí directamente, sino que las operaciones precisan la mediación de Aucland, aseguraron las mismas fuentes. Los requisitos de acceso a la página, sea para vender o para comprar, permitieron identificar al autor de la oferta.

A la empresa no le hicieron falta demasiadas indagaciones, ya que una vez suprimida la oferta de la página, el vendedor se puso en contacto con Aucland, a través del correo electrónico, para pedir que mantuvieran su oferta en la red, cosa que la compañía se negó a hacer.

El viernes por la tarde, con toda la documentación sobre el caso reunida, el director general de la empresa puso los hechos en conocimiento de las autoridades. Portavoces de la compañía aceptaron que existe el riesgo de incidentes como éste, ya que cualquiera que se registre previamente puede operar para comprar o vender cualquier producto. También se mostaron persuadidos de que dar a conocer lo ocurrido y demostrar su propósito de actuar con contundencia es "el mejor modo" de evitar la repetición de este tipo de hechos, que, reconocieron, "son muy graves".